El Eixample descubre una placa conmemorativa en la pianista Alicia de Larrocha en el domicilio donde nació
El Distrito del Eixample ha descubierto hoy una placa conmemorativa en la pianista Alicia de Larrocha en el domicilio donde nació, en el edificio de la calle Còrsega, 263 bis. En un acto en el que han participado el concejal de Cultura e Industrias Creatives, Xavier Marcé y el presidente del Distrito, Joan Rodríguez, se ha hecho un homenaje de recuerdo a su vida y trayectoria profesional en el marco de los actos del centenario de su nacimiento.
En un acto con autoridades, vecindario y entidades del barrio y en el que se ha visionado de un vídeo de Alicia de Larrocha tocando el piano, la comisionada del centenario, Alícia Torra, hija de la pianista, ha profundizado en la vida y trayectoria artística de una de las pianistas más relevantes del siglo XX.
En 2023, año del centenario, se han programado muchos actos para difundir el legado y la memoria de esta gran pianista. Conciertos dedicados a su memoria, conferencias, mesas redondas, exposiciones, proyección del documental Las manos de Alicia… Todo ello, junto con la implicación de los medios de comunicación, son proyectos que han hecho que el nombre de Alícia de Larrocha tenga la repercusión que se merece, puesto que es una de las personalidades más relevantes de la cultura de nuestro país.
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100 años del nacimiento de Alicia de Larrocha
Alicia de Larrocha está considerada una de las pianistas más relevantes del siglo XX. Su trayectoria artística abarcó los cinco continentes y, a lo largo de 74 años en los escenarios, llegó a dar más de 4.000 conciertos y recitales en las salas más importantes y con las orquestas y directores de mayor prestigio.
Aún así, debido a su gran discreción y su interés en aparecer lo menos posible en los medios de comunicación, su reconocimiento ha quedado limitado al ámbito de la música clásica y es una persona desconocida para la mayor parte de la gente que no está ligada a este mundo o no tiene esa afición.
Este desconocimiento hace que la conmemoración del centenario de su nacimiento se convierta en una gran oportunidad para que, sobre todo, las nuevas generaciones puedan saber quién fue y qué representó su figura, tanto a nivel nacional como internacional.
Fue una de las principales embajadoras de la música de compositores catalanes y españoles en el mundo. Las obras del padre Antoni Soler, Manuel de Falla, Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina, Javier Montsalvatge, Frederic Mompou, etc., formaban parte habitual de sus programas, pero también las de Bach, Händel, Scarlatti, Mozart, Beethoven, Schumann, Schubert, Brahms, Liszt, Mendelssohn, Chopin, Grieg, Debussy, Ravel, Rachmaninov… Encasillarla, como a menudo se hace, como pianista «especializada en música española» es obviar su extenso repertorio, que debe ser reivindicado aprovechando también esta celebración.
Fue una mujer que, en una época en la que el entorno musical estaba dominado por el género masculino, se fue abriendo camino sin que este hecho le representara ningún obstáculo. Su objetivo nunca fue alcanzar la fama, sino el mero hecho de hacer música, que era su verdadera vocación.
