Conoce la historia del Dragón Capallà d’Horta l el Carmel
Capallà, dragón vinculado a las zonas de Horta y el Carmel, es una figura hoguera de aspecto salvaje con una estructura pensada para dos portadores y con una serie de puntos de lanzamiento de pirotecnia repartidos entre la boca, las alas y la cola. Tiene un total de 43 puntos de fuego, convirtiéndolo en uno de los más fogosos de la ciudad.
La iniciativa de construir la bestia surgió en 1988, cuando se creyó conveniente organizar un grupo de dragón, porque en el barrio del Carmel ya había uno diablos. A partir de unos dibujos de Dolors Castilla, el imaginero cardonés Toni Mujal dio vida al nuevo dragón, que se terminó en 1990.
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Capallà se estrenó en las fiestas de otoño de Horta-Guinardó de ese mismo año, pero aún no tenía nombre. De hecho, el nombre se lo pusieron a raíz de una anécdota de esta primera salida: los portadores le guiaban diciendo «hacia aquí» y «hacia allí», ya raíz de ello decidieron bautizarlo con el nombre de Caballero.
Más adelante, el propio Mujal hizo una copia más ligera para que fuera de mejor llevar. Escogió una combinación singular de fibra de vidrio y kevlar, un material muy resistente que soporta perfectamente el fuego y los golpes.
Con los años, el dragón Capallà se ha convertido en uno de los protagonistas principales de los correfocs y espectáculos pirotécnicos del distrito. Junto con los grupos de diablos y tamborileros, a menudo se deja ver en encuentros y celebraciones de la ciudad, siempre llevado por el grupo Drac d’Horta – el Carmel.
