Expedientan al informático que denunció ante los Mossos a un cura por tener material pedófilo

Condenado el cura del colegio Pare Manyanet a dos años de inhabilitación por pornografía infantil

El juzgado de lo Penal número número 19 de Barcelona ha condenado al cura del colegio Pare Manyanet –de la Congregación de Hijos de la Sagrada Familia–, a dos años de inhabilitación para realizar «cualquier profesión u oficio, retribuido o no, que comporte contacto regular y directo con menores». El religioso fue denunciado por un informático del Colegio Padre Manyanet por tener pornografía infantil en el ordenador.

Asimismo, la sentencia le impone nueve meses de multa, con una cuota diaria de seis euros. El texto confirma que el sacerdote había descargado fotos y vídeos de menores desnudos. Por todo ello, se le condena por un delito de posesión de pornografía infantil. El condenado no apelará a la sentencia.

El colegio expedientó al informático que denunció al cura

Según informamos en Barna Diario en el mes de abril de 2021, el informático que denunció al cura que vivía en el recinto del colegio Jesús, Maria i Josep de Sant Andreu, tenía material pedófilo fue expedientado por el colegio tras haber denunciado los hechos ante los Mossos d’Esquadra.

La dirección acusó al informático de violar la cláusula de confidencialidad y el director llamó al informático a su despacho y le recriminó el daño que había causado a la escuela.

En el expediente se habla de un «atentado contra los derechos a la intimidad, privacidad y propia imagen del cura de manera injusta e injustificada» y avisa que el informático podría haber cometido un delito de revelación de secretos. A partir de entonces, el director le ordenó que teletrabajase.

En enero de este año, el informático fue despedido y la Audiencia de Barcelona ordenó que se investigase tanto al abogado como al director de la escuela Pare Manyanet.

La denuncia permitió detener al cura pero el trabajador sufrió una crisis de ansiedad debido al trato que recibió por parte de la escuela tras denunciar los hechos. El informático afirma que le trataron de malos modos, se le abrió un expediente, se le amenazó con interponerle una querella criminal, se le forzó a teletrabajar y, finalmente, se le despidió.