El Juzgado perdona a un funcionario una deuda de más de 85.000 euros

Archivan la querella contra el policía infiltrado en los movimientos sociales de Sant Andreu

El juzgado de instrucción número 21 de Barcelona ha desestimado la querella interpuesta por ocho mujeres que denunciaban a un policía nacional por haberse servido de relaciones sexoafectivas con ellas para espiar la actividad de los movimientos sociales de los que formaban parte. El caso señalaba al agente mallorquín Daniel Hernández Pons, que estuvo infiltrado durante más de tres años en diferentes colectivos de Barcelona.

Las afectadas presentaron una querella por los delitos de tortura o contra la integridad moral, descubrimiento y revelación de secretos, entre otros, tal y como han explicado en un comunicado conjunto este martes Irídia y la CGT, como representantes legales de las afectadas. En el auto, el magistrado alega que no se ha producido ningún delito. Ahora, la causa llegará a la Audiencia de Barcelona, ​​ya que las acusaciones recurrirán el Auto.

En Irídia «confían en que, como ha ocurrido en otros casos de querellas por torturas y malos tratos, la Audiencia les dé la razón con relación al derecho de investigar de manera efectiva y reforzada este tipo de casos en el marco de la prohibición absoluta de la tortura». El centro para la defensa de los derechos humanos ha lamentado que «las abogadas de la acusación apuntan a que sería especialmente grave que esta denuncia por delitos de tortura y contra la integridad moral quedara sin investigar».

Para ellos, «el uso de las relaciones sexoafectivas como medio para conseguir información y generando una profunda sensación de vejación, humillación y dolor», lo que, defienden, «es clave en esta denuncia y no puede pasarse por alto». Además, aseguraron que «pasa todas las líneas rojas»: no respeta el derecho a la intimidad, la vida privada, la libertad de asociación y reunión ni la libertad de expresión de las personas.