Tres mujeres intentan robar a un taxista con un nuevo método
Calle Lepanto con Provença donde sucedieron los hechos

Los taxistas alertan de un nuevo método de robo en Barcelona

Este viernes por la noche un taxista ha denunciado que han intentado robarle con un nuevo e inverosímil método. El taxista estaba en la parada de taxis que hay en el Hospital de la Vall d’Hebron sobre las 21.00 horas, cuando subieron al vehículo 3 mujeres.

Una de ellas dijo estar dolorida por lo que pidió subirse en el asiento del copiloto para ir más cómoda. Pidieron al conductor que las llevase al número 479 de la calle Diputación y este inició la carrera. Al llegar a la calle Lepanto esquina con la calle Provença una de las pasajeras –la más joven e hija de la que iba sentada delante– pidió al taxista que parara en la farmacia 24 horas que hay en la esquina para comprar medicamentos.

Según ha relatado el taxista «al cabo de un par de minutos vuelve, habla algo con la madre y vuelve a la farmacia. En eso veo que la madre, que estaba sentada delante, empieza a revisar su bolso, a tocarse los bolsillos de su abrigo, etc. Se bajó del taxi 3 ó 4 veces (siendo que cuando subió en el hospital, la ayudaron a hacerlo) y seguía tocándose el vestido, el abrigo, el bolso».

En esto vuelve la hija y dice al taxista que su madre no encuentra el monedero, comienza a gritarle «ladrón, tu le has robado el monedero a mi madre». El taxista, estupefacto y ante la subida de tono de la mujer, decidió llamar al 112 para explicar la situación.


Los taxistas denuncian inseguridad constante por los robos diarios

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Mientras las tres mujeres se ponían ha revisar por todos los rincones del coche e intentaron abrir la guantera, aunque el taxista se lo impidió. La mujer más joven seguía gritándole ladrón y al ver que no llegaba ninguna patrulla, el taxista volvió a llamar a emergencias.

Cuando llegó la patrulla de los Mossos, pidieron la identificación y entonces la tercera mujer encontró en famoso monedero entre sus pertenencias. Los agentes dijeron que pagasen la carrera al taxista que ascendía a 24 euros y en ese momento la más joven sacó del bolsillo un billete de 50, uno de 10 y uno de 5 euros, entonces «¿por qué había vuelto a pedirle a su madre 20 euros, cuando llevaba ella dinero?».

El taxista lo tiene claro «Estas señoras ya lo tenían todo preparado, y me tocó a mí».