Los neonazis de Combat 18 detenidos planeaban atacar mezquitas

Los neonazis de Combat 18 detenidos planeaban atacar mezquitas y a la comunidad judía

La rama del grupo neonazi Combat 18 desmantelada este martes, con 16 detenidos- no tenía un «plan concreto de ataque», pero había fijado como «prioridad» mezquitas y la comunidad judía. Los Mossos d’Esquadra han explicado este jueves que detectaron su existencia a principios del 2022 a través de las redes sociales y los han interceptado en una fase inicial, cuando todavía «no existía una peligrosidad real para la ciudadanía».

Sin embargo, el grupo tenía una estructura jerárquica , mantenía reuniones periódicas y buscaban financiación y conseguir armas de fuego. En este sentido, el cuerpo afirma que hay «carga probatoria suficiente» para demostrar que son una organización criminal. Así, pese a que no hayan cometido las acciones, hay prueba de carga suficiente para demostrar que se habían configurado con este objetivo, lo que supone un delito grave, según ha subrayado en rueda de prensa el intendente David Sánchez, subjefe de la Comisaría General de Información.

El cuerpo detectó la existencia del grupo hace cerca de dos años durante lo que se conoce como un «patrallaje virtual» en las redes sociales, en el que detectaron que varios perfiles se mostraban «afines» con el grupo neonazi Combat 18. A a partir de entonces, la investigación se puso en marcha y el cuerpo detectó que la organización se encontraba en una fase de «diseño».

El «grosor» de la organización se encontraba en Cataluña y contaba con una propia disciplina y estructura interna, con la figura de un presidente y, por debajo de éste, varios cargos como el de tesorero o un sargento de armas. Éstos se encontraban cara a cara de forma periódica y, además, mantenían contacto a través de las redes de forma constante. Con los miembros de fuera de Cataluña, el contacto que se detectó era siempre a través de las redes.

Más allá de la estructura, el grupo tenía unas líneas de actuación marcadas, cuyo propósito final era perpetrar ataques contra los objetivos fijados. Esto, durante la investigación se detectó también un «incremento exponencial» en la línea de actuación de «captación» y, según el cuerpo, el grupo inició una fase de propaganda, con la creación de contenidos de difusión, así como productos de merchandising con el que obtener financiación.

También durante la investigación, los Mossos constataron que el grupo mantenía conexiones internacionales «evidentes» con otras ramas de la organización en otros países. Entre las motivaciones de estas conexiones, según los Mossos, había logrado armas de fuego, uno de los principales objetivos del grupo.