Las obras de la nueva prisión en la Zona Franca comenzarán en 2026

La Generalitat licitará en 2024 la nueva prisión en la Zona Franca por 90 millones

El Departament de Justícia, Drets i Memòria licitará el proyecto de construcción del nuevo centro penitenciario de mujeres de Barcelona en 2024, con una reserva de 90 millones de euros, en el Programa d’encàrrecs d’actuacions (PEA). Las obras se ejecutarán entre 2026 y 2029. Así lo ha anunciado la consejera Gemma Ubasart, en el acto de conmemoración de los 40 años del Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona, ​​conocido popularmente como Wad Ras.

Ubasart ha añadido que “el nuevo centro de mujeres es el próximo gran equipamiento del sistema penitenciario catalán. El primero construido con perspectiva de género, moderno, funcional y al servicio de las necesidades de las personas internas y de las profesionales”.

Durante la apertura del acto, el secretario de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima, Amand Calderó, ha dado la enhorabuena a todo el equipo por el trabajo realizado durante las cuatro décadas del Centro Penitenciario, y ha recordado el legado de las directoras y directores.

El acto ha recogido diferentes testigos en una mesa redonda sobre los cambios y avances de estos 40 años, en la que han participado la actual directora del centro, Soledad Prieto, la ex directora Paula Montero, y los ex directores Antonio Olaya y José Maria Montero, actual director general de Asuntos Penitenciarios.

En un turno de preguntas al público se han podido oír a los testigos del personal sanitario, de tratamiento, de vigilancia y entidades del tercer sector que trabajan en el centro. Muchos de ellos han coincidido en que una de las características de Wad-Ras es el componente humano y han recordado las vivencias de estas cuatro décadas y la determinación del equipo de poner siempre a la mujer en el centro. En este sentido, la consellera ha subrayado que “las mujeres internas están doblemente olvidadas, por internas y por mujeres. Todas ellas están aquí porque han cometido un delito, por supuesto, pero muchas son también víctimas de un sistema económico y de un sistema patriarcal que las ha empujado hasta aquí”.

Un centro diseñado con perspectiva de género

Actualmente, la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima está preparando el proyecto funcional del futuro Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona, ​​que será una realidad a partir del 2029. Será un espacio diseñado con perspectiva de género que habrá de servir para mejorar la calidad de vida de las internas y facilitar su reinserción en la sociedad.

El nuevo equipaje, con 50.000 metros cuadrados, cuadriplicará la superficie de Wad Ras. Contará con espacios adecuados para las madres y los menores que vivan en el centro, así como espacios de visita y de espera. Además, bajo el concepto de ‘centro ecológico’ se incorporarán espacios verdes al aire libre, huertos terapéuticos, un sistema de reciclaje y la entrada de luz natural en el interior de las instalaciones. También será una cárcel con sistemas de seguridad menos invasivos.

40 años como Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona

Wad Ras es el centro penitenciario más antiguo de Catalunya, construido en 1915 por los arquitectos Enric y Josep M. Sagnier, con 108 años de historia. Antes de convertirse en prisión para mujeres, fue un centro tutelar de menores.

El 18 de octubre de 1983 llegaron las primeras internas al Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona. Se trataba de 68 mujeres y 6 niños que provenían de la Cárcel Provincial de Mujeres de la Trinitat, gestionada por las monjas Cruzadas Evangélicas de Cristo Rey, donde fueron encarceladas muchas mujeres antifranquistas: sindicalistas, universitarias y activistas vecinales. A partir de ese momento Wad Ras pasaría a ser prisión de mujeres y la Trinitat se transformó en un centro para jóvenes.

Durante estas cuatro décadas la cárcel, integrada en la vida comunitaria del barrio de la Vila Olímpica, ha jugado un papel importante en la transformación de la vida de muchas de las mujeres que han pasado por ella. El centro, de la mano de los profesionales y apoyado por las entidades sociales, ha trabajado para mejorar las condiciones de vida y las oportunidades para las internas.

La cárcel ha sido también testigo de las profundas transformaciones vividas por la ciudad de Barcelona a lo largo de estos años. Las instalaciones han acogido a las víctimas de la heroína de los primeros años, las mujeres afectadas por el sida en los 90 o las transportadoras de droga de países más pobres que hoy en día todavía siguen llegando.

Wad Ras acoge el único departamento de madres de toda Catalunya

Wad Ras, actualmente, funciona como una doble cárcel. Por un lado, funciona como prisión de mujeres preventivas en las que, en estos momentos, viven 107 mujeres internas en régimen de vida ordinario. De éstas, 7 conviven en el único departamento de madres que hay en toda Catalunya con 8 hijos menores de tres años. Por otra parte, funciona como centro abierto, donde 384 personas cumplen condena en régimen abierto. En total, en el centro hay 491 personas internas.

El Centro también dispone de una guardería con una educadora y una auxiliar (una interna de régimen abierto) para los niños que son muy pequeños o que todavía no han sido inscritos en la guardería del barrio.

En el centro trabajan 237 profesionales, entre ellos psicólogos, educadores, trabajadores sociales, técnicos artísticos y deportivos, formadores, docentes, médicos, enfermeras y técnicos especialistas en servicios penitenciarios. Más de 150 voluntarios realizan diferentes actividades en el centro, entre los que destacan la Obra Mercedaria, Justicia y Paz, ARED, Cruz Roja, Fundación Padre Manel o Tata Inti, entre otros.

El perfil de la mujer interna en Catalunya

El ámbito de los servicios penitenciarios es mayoritariamente masculino: La población reclusa total es de 8.042, de los cuales: 7.579 son hombres y 463 mujeres. Es decir, actualmente las mujeres representan el 6,2% de la población interna.

La mujer reclusa es mayoritariamente de nacionalidad española, tiene 42 años de media, pasa unos cinco años en prisión y cumple condena por robo o tráfico de drogas. Las mujeres extranjeras son cerca del 45% de las internas y, en su mayoría, entran en prisión por tráfico de drogas. Dos de cada tres internas son víctimas de violencia machista; seis de cada diez presentan problemas de salud mental, y ocho de cada diez son madres. La tasa de reincidencia de las mujeres es de un 20%, muy similar a la de los hombres que es de un 21,2% y en la general, que es de un 21,1%.

Programas diseñados con perspectiva de género

Los centros penitenciarios con presencia de mujeres disponen desde 2018 del primer programa de tratamiento con visión de género. A partir de grupos muy reducidos, los equipos de tratamiento proporcionan a las mujeres herramientas para el empoderamiento femenino o pautas positivas de salud sexual.