El Ayuntamiento flexibiliza la restricción de las cocinas fantasma

Cambio en la regulación de las actividades vinculadas al reparto a domicilio, como las cocinas fantasma

La Comisión de Gobierno inicialmente aprueba la modificación del plan especial de usos para flexibilizar la implantación de cocinas industriales y agencias de paquetería y logística. La tramitación continúa con las alegaciones antes de su aprobación en el Pleno municipal.

El nuevo plan de usos se aprobó en enero del pasado año para regular las actividades de reparto a domicilio de compras y comida, que aumentan a raíz de la digitalización de los hábitos de consumo y de la pandemia.

El objetivo era minimizar los problemas de humos, olores y ruido y el impacto generado por el tráfico o la acumulación de vehículos y repartidores en un mismo tramo callejero.

Ajustes aprobados

Las cocinas industriales y/o agrupadas y las agencias de paquetería pueden instalarse en todas las zonas industriales de la ciudad, excepto el 22@, sin condiciones de densidad ni distancia, siempre que la parcela contigua no sea residencial.

Los almacenes de alimentos o materiales no peligrosos que se destinan al reparto a domicilio pueden implantarse en las zonas industriales, excepto el 22@, también en parcelas colindantes con tejidos residenciales.

Las agencias de paquetería de más de 400 metros cuadrados deben reservar un espacio mínimo de 20 metros cuadrados para el reparto y, en cualquier caso, lo necesario para los repartidores.

La modificación del plan urbanístico continúa la tramitación con un período de alegaciones antes del debate y la votación definitiva en el Pleno municipal.

Modificación de la norma

En marzo de 2021 se suspendieron las licencias de todos estos establecimientos y se aprobó, inicialmente, la propuesta de la nueva normativa y en enero de 2023 se presentó la iniciativa mejorada después del proceso de participación con todos los agentes implicados.

En la nueva norma, aprobada por el anterior gobierno municipal, las cocinas fantasma sólo podrían operar en la Zona Franca, vetando así este tipo de establecimientos en las calles de Barcelona.