Suspensión de licencias para regular las macrococinas en Barcelona

Suspensión de licencias para regular las macrococinas en Barcelona

Barcelona regulará las llamadas macrococinas. Es el primer paso se ha hecho hoy con la entrada en vigor de una suspensión por un año de la concesión de espacios para establecimientos de platos preparados con obrador y cocinas industriales sin degustación.

El objetivo es evitar que proliferen de manera descontrolada e iniciar el estudio y elaboración de una nueva normativa urbanística que ordene la implantación de una modalidad de actividad nueva que ha comenzado a tener presencia en la ciudad.

La preparación de comidas en un local destinado principalmente a la entrega a domicilio y organizado en una única cocina o obrador, o bien en diferentes cocinas para alquiler de terceros, ha crecido a raíz de la pandemia y los confinamientos.

Este nuevo fenómeno supone un cambio importante en el reparto a domicilio, ya que no necesitan locales abiertos al público y se pueden instalar en grandes espacios opacos con un gran número de cocinas sólo dedicadas a hacer pedidos para repartir.

Esto pueden provocar molestias al vecindario por ruidos, olores y afectaciones a la movilidad debido al movimiento de repartidores que implica. De hecho las cocinas fantasma, ya han generado rechazo social por parte de los vecinos en los barrios de Les Corts y Sant Martí, donde hay obras para implantar actividades de este tipo.

Suspensión de licencias para regular las macrococinas en Barcelona

Ante esta situación, el Gobierno municipal ha decidido no conceder más permisos vinculados a la instalación o ampliación de establecimientos con obradores o cocinas industriales para la elaboración de platos preparados sin venta al público ni degustación, los que son denominados como catering, ni de establecimientos de platos preparados, cuando dispongan de obrador.

Se ha excluido de la suspensión la actividad de catering cuando no sea una actividad principal sino complementaria de otra de las consideradas esenciales como las escuelas, hospitales o clínicas, y que se lleven a cabo en espacios que no estén necesariamente situados junto al propio edificio. El ámbito de la suspensión afecta a toda la ciudad excepto a los parques de Collserola y Montjuïc.

Ahora, hay que analizar si se trata de una actividad comercial de servicio directo o bien de una actividad industrial, y reflexionar sobre las condiciones y requisitos de implantación que se estipularán a través de un plan de usos y que se deberán cumplir cuando se quiera desarrollar esta actividad.

También se valorará si es necesario hacer cambios a nivel normativo a través de una nueva ordenanza o la modificación de la ordenanza ambiental.

La suspensión de licencias se suma al plan de choque puesto en marcha por el Ayuntamiento para hacer un control exhaustivo de estas actividades con inspecciones constantes para garantizar que cumplen las regulaciones vigentes.

Suspensión de licencias para regular las macrococinas en Barcelona