Obras del colector de Vila i Vilà: cortes en el funicular de Montjuïc y cambios en la movilidad
A partir del 20 de octubre, las obras del nuevo colector de Vila i Vilà, enmarcadas dentro del Plan Clima, entran en una fase que afectará de forma significativa la movilidad en el Poble-sec y Montjuïc.
Durante este periodo, el funicular de Montjuïc quedará fuera de servicio hasta finales de marzo de 2026. La suspensión se debe a la colocación del nuevo tubo del colector, que obliga a demoler parte del pasillo de acceso al funicular desde la estación de Paral·lel y desviar varios servicios subterráneos.
Para garantizar la conexión, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) pondrá en marcha un servicio de bus lanzadera que unirá las dos estaciones del funicular. Este bus circulará por la avenida de Miramar en sentido subida y por la avenida del Estadi, el paseo de Santa Madrona y la calle de Lleida en el trayecto de bajada.
El horario del bus será el mismo que el del funicular habitual: De lunes a viernes: de 7:30 a 20:00 h y Sábados, domingos y festivos: de 9:00 a 20:00 h.
Durante los días laborables, la frecuencia será de 7 a 8 minutos por la mañana y 10 a 12 minutos por la tarde. Los fines de semana, circularán tres autobuses con un intervalo de paso similar.
Además, se recomienda el uso de la línea 150 de TMB, que conecta plaza Espanya con el Castell de Montjuïc y dispone de una parada junto a la estación del funicular en la avenida Miramar.

Cortes en superficie y desvíos del bus de barrio 121
Las obras también afectarán al tráfico en superficie, con el corte de la calle Nou de la Rambla en el cruce con Vila i Vilà. Este cierre provocará desvíos por las calles Piquer y Fontrodona, que cambiará de sentido entre Piquer y Paral·lel.
El bus de barrio 121 modificará temporalmente su recorrido: en lugar de bajar por Nou de la Rambla, circulará por el paseo de Montjuïc y Palaudàries, retomando su ruta habitual por Paral·lel y Puig i Xoriguer.
Una obra clave del Plan Clima de Barcelona
El nuevo colector de Vila i Vilà es una infraestructura esencial para aumentar la capacidad de drenaje ante episodios de lluvias intensas. Su construcción busca evitar inundaciones en la parte baja del Raval y el Poble-sec, protegiendo tanto a los vecinos como al entorno urbano.
Las obras, iniciadas en noviembre de 2023, cuentan con un presupuesto de 18,85 millones de euros y se prevé que finalicen durante el segundo semestre de 2026. El proyecto incluye la construcción de un nuevo colector de 500 metros de longitud en paralelo al actual y la reurbanización de más de 9.000 m² de superficie.
Esta actuación forma parte del Plan Director Integral del Saneamiento de Barcelona (PDISBA) y responde a los compromisos del Plan Clima, que pretende reforzar la resiliencia urbana y reducir la vulnerabilidad frente a los efectos de la crisis climática.


































