Comienzan las obras del Espai 30 de la Nau Ivanow, en la Sagrera

Empiezan las obras de mejora del Espai 30 de la Nau Ivanow, en el barrio de la Sagrera

Esta semana han comenzado las obras de mejora del Espai 30 de la Nau Ivanow, en el barrio de la Sagrera, para reformar, ampliar y mejorar el equipamiento que actualmente funciona como espacio asociativo y cultural del barrio. Las obras se alargarán doce meses con un presupuesto total de más de 2,4 millones de euros.

La actuación permitirá regular las condiciones de edificación del complejo para consolidar su uso como espacio cultural y asociativo. Se mejorará la accesibilidad y se adecuarán los edificios y espacios a la actual normativa, mejorando el confort, la funcionalidad y las prestaciones energéticas.

Para la concejala del distrito de Sant Andreu, Marta Villanueva, con esta intervención se consigue un triple objetivo “hacemos que el equipamiento sea accesible para todas las personas, garantizando así el derecho a la ciudadanía activa. También nos aseguramos que las entidades del barrio dispongan de un espacio para seguir desarrollando sus actividades y su trabajo en materia cultural y social.” «Por último, preservamos la memoria histórica del barrio recuperando un espacio que explica el pasado fabril de un distrito como el nuestro y ayuda a mantener la memoria de aquellos trabajadores y trabajadoras que levantaron nuestros barrios.»

El conjunto edificado del Espai 30 está formado por tres naves adosadas industriales que forman parte del antiguo conjunto de la Nau Ivanow. La parcela donde se ubica el equipamiento tiene una forma trapezoidal, y una superficie aproximada de 1.178 m². La edificación ocupa la gran parte de la parcela, dejando tres ámbitos exteriores, uno de los cuales queda protegido por una valla. El edificio se sitúa en los números 28-30 de la calle Honduras, donde se ubicará la nueva puerta de acceso principal al Espai 30.

Las naves Guillot, Abaco y Ion miden 11,2 metros de ancho por 29 de largo cada una, de una sola altura principal con altillos intermedios todas ellas. Actualmente, este equipamiento está gestionado por entidades del barrio dedicadas al asociacionismo cultural y social, con el objetivo de enriquecer la vida asociativa y colectiva del territorio. Durante el tiempo de la intervención, de forma temporal, estas entidades y servicios que tienen su sede en el Espai 30 se trasladarán a otros equipamientos del barrio.

La actuación consiste principalmente en la definición de los gálibos para disponer de alturas interiores suficientes para cumplir la normativa vigente. Se prevé sustituir todas las cubiertas del conjunto por la presencia de amianto y para mejorar su estanqueidad y comportamiento térmico, además de poder utilizar las nuevas cubiertas para introducir luz en los espacios superiores.

También se liberará el espacio central interior para generar una gran sala polivalente, se permeabilizarán las fachadas, se ubicarán nuevos accesos y se mejorarán las prestaciones energéticas. Además, esta actuación permitirá también mantener y enfatizar el valor histórico y arquitectónico de los edificios.

Los altillos serán de nueva construcción y se ubicarán en los extremos de las naves que limitan con el pasaje Bofarull. El acceso a la planta altillo se realizará a través de dos escaleras situadas en las naves Ion y Guillot. De esta forma, quedarán comunicados y desde cualquiera de las escaleras se podrá acceder a los espacios y locales de la planta altillo. Las naves Ion y Guillot dispondrán de accesos desde la calle Honduras a través de un espacio exterior urbanizado. En este espacio se abrirán también las dos salidas de la nave central. Además, las tres naves tendrá también acceso desde el pasaje Bofarull.

3 naves con un pasado industrial

Las naves del Espai 30 fueron construidas a principios de 1910. La primera de las tres naves fue la antigua fábrica de pinturas Ivano, que más tarde se trasladó a la que hoy conocemos como Nau Ivanow. Posteriormente, y hasta 2008 estuvo ocupada por la empresa Construcciones Metálicas Guillot. La segunda nave era el antiguo depósito de los aceites de oliva Abaco, y la tercera, Ion, estaba dedicada a manufacturas diversas.

El nombre de Espai 30 hace referencia al número 30, repetido muchas veces desde los orígenes del barrio dentro del radio de 30 pasos alrededor de la iglesia de Sant Martí, como espacio sagrado y de cobijo para las personas que allí vivían.