Aprobadas las obras de la calle Balmes entre la plaza Molina y Mitre

Se inician las obras de reurbanización de la calle Balmes entre la plaza de Molina y la ronda del General Mitre

Este martes, finalmente, han comenzado los trabajos de la esperada reurbanización del tramo superior de la calle Balmes. Esta noticia ha sido muy bien recibida por los vecinos y comerciantes de la zona, quienes han estado exigiendo durante años la mejora de esta vía, denunciando el exceso de contaminación, ruido y la falta de espacio para los peatones.

A pesar de las reiteradas promesas del gobierno municipal desde 2012 de llevar a cabo esta reforma de manera inminente, no fue hasta ahora que se ha comenzado a materializar. Aunque el inicio de las obras, programado originalmente para septiembre, ha sufrido un ligero retraso, los residentes y comerciantes están aliviados y satisfechos de que el proyecto finalmente se esté poniendo en marcha.

Detalles del proyecto de reforma

La calle Balmes está preparada para experimentar un cambio significativo. En primer lugar, se plantarán 110 árboles, una mejora notable en comparación con la actual ausencia total de vegetación en esta vía. Además, la reforma contempla la ampliación de las aceras, que crecerán aproximadamente dos metros, alcanzando los 4,35 metros a cada lado de la calle, lo que ofrecerá un espacio mucho más amplio y cómodo para los peatones.

Para facilitar el tránsito peatonal, se habilitarán nuevos pasos de peatones en áreas estratégicas, como la plaza de Molina, Sant Hermenegild – Copérnico en el lado mar, y en Padua, en el lado montaña. También se incluirán aceras pasantes en los cruces con las calles del Putxet, Sant Hermenegild – Copérnico y Francolí. Además, se renovará el pavimento de todo el tramo y se mejorará el sistema de recogida de aguas, optimizando así la infraestructura urbana.

Este proyecto cuenta con un presupuesto total de siete millones de euros y abarcará una superficie de 15.000 metros cuadrados. Está previsto que la reforma se complete en el primer trimestre de 2026.

Reducción de carriles para ampliar el espacio peatonal

Uno de los cambios más importantes en la reforma será la reducción del ancho de la calzada. Actualmente, la calle Balmes tiene una calzada de 15 metros, pero se reducirá a 11,20 metros para dar más espacio a los peatones. A partir de esta reforma, habrá tres carriles: dos en sentido ascendente y uno en sentido descendente, que deberán ser compartidos por los autobuses y los vehículos privados.

El número de carriles de servicios también se reducirá, pasando de dos a uno, que estará ubicado en el lado Besòs. Este carril albergará los contenedores, las paradas de autobús, 130 metros lineales de zonas de carga y descarga, 147 plazas de aparcamiento para motos, y cuatro plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida.

Cambios en el tráfico a partir del 1 de noviembre

Por el momento, los trabajos previos a la remodelación de la calle Balmes, entre la plaza de Molina y la ronda del General Mitre, ya están en marcha. Estas obras iniciales afectarán el cordón de servicios, lo que implica el traslado de los contenedores y las zonas de carga y descarga a calles cercanas. Asimismo, se retirarán los aparcamientos para motos, y las plazas para personas con movilidad reducida serán reubicadas.

La obra propiamente dicha comenzará el 1 de noviembre, fecha en la que se implementarán las principales afectaciones al tráfico rodado.

Fases del proyecto

La reforma de la calle Balmes se llevará a cabo en dos fases. La primera fase, que ha comenzado este 15 de octubre, abarca desde la plaza de Molina hasta la ronda del General Mitre y se espera que finalice en el primer trimestre de 2026. La segunda fase, que cubrirá el tramo desde General Mitre hasta la plaza de Joaquim Folguera, deberá coordinarse con las obras de la Línea 9 (L9) del metro, ya que afectan los alrededores de la estación de FGC del Putxet. Sin embargo, esta segunda fase aún no tiene fecha de inicio ni presupuesto asignado.

Una reforma esperada por años

El tramo de la calle Balmes entre la plaza de Molina y la de Joaquim Folguera ha sido catalogado como uno de los peores del distrito desde 2012. Durante años, los concejales de Sarrià-Sant Gervasi han asegurado que la reforma era inminente, pero nunca llegaba a materializarse. En 2018, se aprobó un proyecto ejecutivo y las obras debían comenzar en 2019, pero el Ayuntamiento no asignó el presupuesto necesario.

En 2022, los vecinos y comerciantes, cansados de esperar, formaron la plataforma «Balmes, Ja!» con el objetivo de presionar al Ayuntamiento para lograr una calle más amigable, con aceras más anchas y menos contaminación. Finalmente, el año pasado, el distrito anunció que la reforma del tramo se llevaría a cabo y se comprometió a finalizarla dentro de este mandato.