Descubiertos en la Rambla 20 metros de la primera muralla medieval y Drassanes

Las obras de Las Ramblas dejan al descubierto más de 20 metros de muralla del siglo XIII y los antiguos Cuarteles de Drassanes

Las obras de reurbanización de Las Ramblas de Barcelona han dejado al descubierto numerosas restos arqueológicos. En ese momento, se pueden ver claramente las edificaciones de sendos espacios arquitectónicos, del siglo XIII y del siglo XVIII.

Por un lado, han quedado al descubierto los restos de los antiguos Cuarteles de Drassanes que se construyeron a finales del siglo XVIII. Se puede apreciar de forma clara el patio de armas de los Cuarteles, que se encuentra situado justo en frente del edificio de la Delegación de Defensa.

Estos Cuarteles se construyeron en el mismo momento que el proyecto original de Las Ramblas a finales del siglo XVIII, junto con el semibaluarte de Drassanes, y fueron derribadas en 1935.

Por otro lado, pueden verse hasta 20 metros de la primera muralla medieval del siglo XIII de la ciudad. Las excavaciones también han permitido mostrar un tramo de la fortificación que se eleva hasta 3 metros de altura. Esta construcción fue encargada por el rey Pedro II el Grande en 1285, con el fin de fortificar la ciudad para protegerla durante la confrontación con Francia.

La primera muralla medieval del siglo XIII

En 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pedro II el Grande ordena fortificar urgentemente Barcelona con muros de tapia y torres de madera, como se constata en la Crónica de Bernat Desclot, y dónde pretendía cerrar toda la ciudad excepto por la parte de mar. Una vez el conflicto bélico decayó, las tareas de fortificar debidamente Barcelona recayeron en el Consejo de Cien, convirtiéndose en la gran primera obra pública de la que se hacía cargo.

El nuevo lienzo defensivo incluyó algunos portales ya construidos (Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres), y añadió nuevos como el del Portal Nou en el año 1295. Únicamente la documentación escrita de principios del siglo XIV permite constatar este nuevo perímetro: Ramblas, plaza Catalunya, plaza Urquinaona, paseo de Sant Joan, calle Trafalgar, Arco de Triunfo y Parque de la Ciutadella.

Las campañas de fortificación de la segunda mitad del siglo XIV. Debido a un conflicto bélico con Castilla, en 1357 el Consejo de Ciento decidió afianzar y mejorar las murallas de finales del XIII, y con este objetivo adquirió tres canteras en la montaña de Montjuïc. Los trabajos se iniciaron en los dos extremos del frente marítimo, San Daniel y San Francisco, y junto al monasterio de Santa Clara.

Parecería que los trabajos de finales del siglo XIII no resolvieron la defensa de estos puntos, siendo necesaria su fortificación urgente. Por el lado de la Rambla se realizó el cierre definitivo del vallado, quizás aprovechando el cierre de finales del XIII, y que permitió fijar el perímetro de la ciudad vieja, exceptuando el Raval. Los trabajos constructivos en la Rambla fueron especialmente complejos, incluyendo el traslado de la riera.

Respecto al espacio ocupado por el frente marítimo, dada la habilitación de esta zona de la ciudad por nuevos usos comerciales y mercantiles, y que comportó la construcción de edificios específicos como la Lonja, determinó que no se cerrara este frente de la ciudad, priorizando la principal puerta de acceso de la ciudad: el mar.

Caserna de les Drassanes (1792-1935)

El cuartel de las Drassanes estaba situado al final de las Ramblas en el espacio comprendido entre el antiguo convento de Santa Mònica (hoy ocupado por el centro cultural Arts Santa Mònica) y el Portal de la Pau, justo en el lugar donde hoy se levanta de edificio de la Comandancia de Marina del Sector Naval de Catalunya frente al monumento a Colón.

Era una edificación construida en 1792 en torno a un gran patio central y adosada totalmente al recinto de las antiguas Atarazanas de lo que era como una especie de anexo que completaba el equipamiento militar. La parte posterior del edificio daba a calle del portal de Santa Madrona donde estaban situadas las paradas de libros y desde donde se accedía por un entramado de calles estrechas en el sector más sórdido del Barrio Chino.

En 1927 el gobierno de la Dictadura del general Primo de Rivera inició un proceso de modernización de cuarteles y acuartelamientos militares. Se trataba de clausurar las instalaciones más viejas -generalmente las más céntricas- y crear otras nuevas alrededor de la ciudad. El cuartel de Drassanes se consideró uno de los más obsoletos y se determinó que sería una de las que resultarían afectadas y se cederían sus terrenos a la ciudad.

A pesar de la mencionada afectación del año 1927, las Drassanes siguieron ocupadas por militares hasta la Guerra Civil y el 20 de julio de 1936. El Cuartel anexo sin embargo, ya había empezado a ser derribado en febrero de 1935, lo que permitió liberar y hacer visible la fachada lateral de las Drassanes y abrir el primer segmento de la vía B del antiguo Plan de Reforma de Ciutat Vella (el eje que pretendía unir el puerto con la calle Muntaner a través del Raval), que después el franquismo bautizaría como Avenida García Morato y que actualmente es conocido como la avenida de Drassanes.

Sin embargo, la Guerra Civil retrasó todo el proceso y hasta los inicios de los años 50 el espacio permaneció como un solar vacío y abandonado hasta que despegó el nuevo edificio de la Comandancia de Marina. Al otro lado, las viejas Atarazanas pudieron ser lentamente restauradas para albergar el Museo Marítimo.