Cristina Fernández da nombre al interior de manzana del antiguo cine Urgell

La republicana Cristina Fernández Pereira da nombre al interior de manzana del antiguo cine Urgell

El distrito del Eixample, con el concejal Pau González al frente, ha celebrado hoy el acto de descubrimiento de la placa para dar el nombre de Cristina Fernández Pereira, republicana fusilada por mercenarios franquistas, en el interior de manzana antiguo cine Urgell.

Ha sido un acto de homenaje en recuerdo a la vida de Cristina Fernández Pereira, donde Miquel Salas del grupo de memoria histórica de Sant Antoni, repasó el contexto político, educativo y sociales de la época e Isabel Pellejero explicó la historia y los sucesos que dieron lugar a la ejecución de Cristina Fernández, de oficio portera.

El acto ha contado con la actuación musical de Maria Cambray y Gustavo Benavides, que han ofrecido un dúo de rumba. La Ponencia del Nomenclátor dio su visto bueno el jueves 15 de diciembre a varias denominaciones de espacios público de la ciudad. En concreto, en el Eixample, sacó adelante la propuesta de nombre para el interior de manzana del antiguo cine Urgell, en el barrio de Sant Antoni. Se llama Jardín de Cristina Fernández Pereira, que fue fusilada en 1939 por el régimen franquista en el Camp de la Bota tras ser acusada injustamente de denunciar a un vecino en el bando republicano.

Fernández Pereira trabajaba de portera en una finca de la calle Tamarit, tenía 39 años y era madre de un hijo. Cristina Fernández, nacida en un pueblo de León, es un ejemplo de portera solidaria que auxilió a personas amenazadas de represión. Trabajaba en la finca situada en la calle Tamarit con Comte Borrell.

El propietario de la finca la acusó de haberle denunciado por fascista, por lo que fue detenida el 5 de marzo de 1939 e ingresada en prisión de Mujeres de Les Corts. El 13 de mayo del mismo año, Cristina Fernández fue fusilada en el Camp de la Bota junto a otras diez mujeres. Tenía 39 años. Las porteras fueron uno de los colectivos profesionales más represaliados al terminar la guerra. De los 3.267 ingresos en prisión de Mujeres de Les Corts en los primeros meses de la posguerra, 108 eran porteras.

Cristina Fernández da nombre al interior de manzana del antiguo cine Urgell

Mercenarios franquistas asesinaron a la republicana Cristina Fernández Pereira en el campo de la Bota de Barcelona en 1939

Cristina Fernández Pereira era leonesa. Había nacido en el pueblo berciano de Villasinde (Vega de Valcarce). Tenía 39 años, estaba casada y tenía un hijo, José. Trabajaba de portera en la finca número 163 de la calle Tamarit, en el Eixample barcelonés. La de portera fue una profesión peligrosa al terminar la guerra.

En Barcelona, ​​las porteras fueron el colectivo profesional más represaliado durante la dictadura por las supuestas implicaciones con el régimen Republicano. Habían sido movilizadas durante la guerra por haber identificado a posibles quintacolumnistas. Fueron víctimas de muchas denuncias.

La represión hacia las mujeres tuvo un carácter más allá de las implicaciones políticas. Los fascistas querían acabar con el modelo de mujer libre que se abría paso a la República e imponer su sometimiento al hombre en todos los ámbitos, que fue el que primó a la dictadura. Cuando los franquistas tomaron Barcelona, ​​Cristina fue denunciada por el dueño de la finca y otros vecinos acusada de denunciarles como fascistas durante la etapa Republicana.

Tras ser detenida el 5 de marzo de 1939 y pasar unos breves días en la cárcel Modelo, el 10 de ese mes ingresó en la Cárcel de Mujeres de Les Corts. Antes de la entrada de las bandas armadas fascistas, en 1939, en la cárcel de mujeres de Les Corts había 200 presas. En octubre de ese año los franquistas ya habían cerrado a 3.267, de las que 108 eran porteras.

El 12 de abril Cristina, el marido y otras 13 personas, fueron sometidas a un consejo de guerra. Los vecinos que testificaron la acusaron de ir armada con una pistola «para matar a los burgueses». No faltó la coletilla que se repite en la mayoría de los expedientes de las mujeres represaliadas. Dijeron que el emigrante leonesa era una mujer de «conducta depravada», y que pertenecía a UGT. Declaraciones que firmó y rubricó el comisario jefe el 14 de marzo de 1939, en el «III Año Triunfal».

Cristina respondió ante el juez que «no es cierto y que precisamente por su protección vive el dueño aunque cumpliendo su obligación de portera dijera dónde vivía y si estaba o no en casa cuando le fueron a buscar para registrarlo , en cuyo registro le encontraron una pistola», recoge Fernando Hernández Holgado Hernández en su tesis doctoral sobre las tomas del franquismo.

Cristina fue una de las 11 mujeres que los franquistas asesinaron en el Campo de la Bota sobre un total de 1.717 víctimas republicanas de las que se tiene conocimiento de su ejecución entre 1939 y 1952. Antes del amanecer la sacaron de la celda y la condujeron a la capilla de la cárcel Modelo. Era el macabro ritual. Allí esperó, junto a varios hombres, la llegada del camión que les trasladaría a orillas del Mediterráneo.

Fue fusilada junto con otras 15 personas con las primeras luces del 13 de mayo de 1939. Bajo el rumor de las olas y con más sabor a pólvora que de sal, olió la muerte antes de caer desplomado por los disparos sobre el montón de arena. Su marido, Baltasar Paz Fernández, acusado de luchar en la defensa de Madrid, fue condenado inicialmente a 20 años de cárcel.