Castelldefels y Gavà dicen basta al Pla de Ponent

Protesta de vecinas y vecinos de Castelldefels y Gavà para poner fin al Pla de Ponent

Más de 200 vecinas y vecinos de Castelldefels y Gavà se unieron ayer sábado 13 de enero en una marcha reivindicativa para expresar su oposición firme al Pla de Ponent, un proyecto urbanístico que amenaza a un corredor ecológico vital entre el Garraf y el Delta del Llobregat.

La iniciativa ecologista, organizada por la asociación «Aturem el Pla de Ponent», puso de manifiesto las preocupaciones locales sobre los planes de construcción masiva y proyectos “innecesarios” como un complejo municipal de cuatro piscinas descubiertas y la estación de tren ‘fantasma’.

“¿Construir piscinas en tiempo de sequía?”, se preguntan los organizados. “Especialmente llamativo es el proyecto de una piscina olímpica en la zona de la Masía de l’Horta en pleno episodio de sequía. La propuesta, promovida por el Ayuntamiento de Gavà, pone en riesgo no sólo el entorno histórico de la Masía de l’Horta del siglo XVII, sino también la coherencia con la situación climática actual”, añaden.

Estación de tren

La protesta también hizo hincapié en la controversia en torno al anuncio de una nueva estación de tren a sólo dos kilómetros de las estaciones de Gavà y Castelldefels. Se instó a las autoridades a reconsiderar esta inversión millonaria y redirigir los fondos hacia la mejora de la red de Rodalies, evitando así «la perturbación del corredor biológico Gavà-Delta a través de la Riera dels Canyars». Se destacó también que esta estación no figura como una de las inversiones del Plan de Rodalies pactado entre el Estado y la Generalitat de Catalunya hace unos años.

La asociación ecologista «Aturem el Pla de Ponent» recuerda que, con este proyecto, se prevé urbanizar 186 hectáreas, construir 4.896 viviendas, y aumentar en 12.500 la población de Gavà, poniendo en peligro más de 12.000 árboles e incrementando en 7.500 número de vehículos privados.

Además, más de cuarenta hectáreas de tierras de cultivo «se verán afectadas negativamente. Esta inversión inmobiliaria especulativa representa una amenaza grave para la biodiversidad y la calidad de vida locales».