El Ayuntamiento eliminará las terrazas de los bares en zonas saturadas como Enric Granados
La modificación de la Ordenanza de terrazas encara el trámite de la aprobación definitiva. El texto se someterá a la votación final del Plenario del Consejo Municipal de 23 de diciembre. De esta forma, el 1 de enero se prevé que entren en vigor los cambios que adaptan la normativa para consolidar las terrazas excepcionales ubicadas en la calzada a raíz de la pandemia.
En mayo de 2020, el consistorio desplegó una serie de actuaciones extraordinarias para dar respuesta a la crisis sanitaria de la COVID-19 con la instalación o ampliación de terrazas, y se priorizaba ubicarlas en la calzada. Se trataba de apoyar la restauración, favorecer la viabilidad de los establecimientos y hacerlo de forma compatible con un espacio público más vivo y accesible y el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Desde entonces, se han concedido 3.618 licencias para nuevas terrazas y ampliaciones excepcionales que han salvado al menos 1.875 puestos de trabajo, según un estudio de la Universidad de Barcelona. Del total de nuevos permisos, 1.483 se han dado en espacios como cordones de aparcamiento, carriles de circulación y chaflanes. Esto ha supuesto la sustitución de 2.652 plazas de aparcamiento.
A partir de ahora se podrá proceder a la retirada de los bloques de hormigón y pívots amarillos.
Los restauradores que quieran mantener las terrazas en la calzada tendrán que disponer de una plataforma homologada donde colocar las mesas y sillas.
Así, la modificación de la ordenanza busca ganar espacio en calzada para las terrazas y dar seguridad jurídica a los nuevos muebles. Pero no hace cambios en el resto del articulado, puesto que se mantienen los apartados vinculados al procedimiento de otorgamiento de licencias, el régimen sancionador y las condiciones de accesibilidad y de implantación en el espacio público, por ejemplo.
Calendario y próximos pasos
La modificación entrará en vigor el 1 de enero de 2022. Entonces, los permisos excepcionales de nuevas terrazas y ampliaciones –que caducan el 31 de diciembre– se prorrogarán automáticamente y se fijará un plazo de dos meses para que los restauradores puedan pedir su continuidad. Habrá tiempo hasta el 28 de febrero, y si no se solicita se considerará que se renuncia a la terraza y el consistorio la retirará.
La permanencia de la terraza estará siempre condicionada a que el Ayuntamiento apruebe expresamente su viabilidad técnica y al cumplimiento de los criterios marcados por la ordenanza de 2018 en cuanto a accesibilidad, distancias, garantías de paso para los vecinos, etc.
Por tanto, el objetivo será consolidar las terrazas en calzada de forma ordenada, preservando la continuidad de las terrazas y evitando la dispersión y la fragmentación.
Para controlar la ocupación del espacio público y garantizar el equilibrio de usos, tal y como ya preveía el decreto de autorizaciones excepcionales por la COVID, el Ayuntamiento denegará las solicitudes de licencia en el caso de los ‘incumplidores’ y reincidentes en la comisión de infracciones.
Además, el consistorio denegará las autorizaciones en el caso de zonas de saturación, como es el caso de la calle Enric Granados. Esta circunstancia será valorada por los servicios técnicos municipales mediante informe motivado.
El Ayuntamiento lanzará una línea de subvenciones para la instalación de 4 millones de euros y se darán las ayudas hasta un máximo del 50% del importe de la plataforma.
El Ayuntamiento eliminará las terrazas de los bares de los ‘incumplidores’
