Barcelona compartirá la energía fotovoltaica pública con los vecinos

Barcelona compartirá la energía fotovoltaica pública con los vecinos

Con el fin de favorecer la democratización del acceso a la energía y al sistema eléctrico, Barcelona pondrá a disposición de la ciudadanía la energía solar generada por once instalaciones fotovoltaicas situadas en el espacio público. Este aprovechamiento energético se realizará en régimen de autoconsumo compartido.

El objetivo de esta iniciativa pionera es aprovechar todas las oportunidades de generar energía renovable que ofrece el espacio público. La incorporación de placas fotovoltaicas como solución urbanística permite la generación de energía renovable y de proximidad.

Con cada unidad familiar se le compartiría unos 500W de energía solar, que podría permitir el ahorro de hasta un 25% de la factura eléctrica, unos 200 euros para una familia tipo. Se empezaría con 11 pérgolas que podrían dar energía hasta unas 1.010 familias.

Para acceder a la energía será necesario que las familias sean titulares de un contrato de suministro eléctrico, en baja tensión, cuyo contador se ubique en un radio de 500 metros de una de estas pérgolas fotovoltaicas, que podrían dar energía a las familias en un plazo de dos a tres meses. Se empezará facilitando la energía a las familias con menos recursos y se trabajará para hacerla llegar a toda la ciudadanía y las pymes.

El proyecto se iniciará en la Pérgola generadora Ronda de Dalt, ubicada en la Vall d’Hebron. Este panel podría abastecer a unas 40 unidades familiares de los entornos de la instalación.

Hacia una transición energética justa

Éste es uno de los instrumentos que el Ayuntamiento ha impulsado para acelerar la transición energética de la ciudad. La iniciativa se enmarca dentro de los objetivos de la Declaración de Emergencia Climática de Barcelona que apuesta por una transición energética justa y por revertir el modelo de consumo y generación de energía que tenemos actualmente, basado principalmente en combustibles fósiles y transitar hacia un uso racional de la energía, basado en el ahorro, la eficiencia energética y la generación renovable y local, donde se priorice el autoconsumo y la autogeneración.

Se trata de una apuesta decidida por la generación renovable en la ciudad, aprovechando cualquiera oportunidad para generar energía a partir del aprovechamiento de los recursos existentes para ser renovables y neutras en carbono en 2050.

Recientemente, Barcelona ha sido elegida por la Comisión Europea, entre las cerca de 400 ciudades candidatas, para formar parte de la misión europea 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutros para 2030.

Barcelona compartirá la energía fotovoltaica pública con los vecinos