Un paseo por el Jardín Botánico de Barcelona

Un paseo por el Jardín Botánico de Barcelona

El actual Jardín Botánico alberga el legado de una larga tradición de jardines diseñados con la voluntad de estudiar, mantener y preservar las especies vegetales. Un espacio especializado en mostrar la biodiversidad de la flora del clima mediterráneo. Permite situar, en el contexto geográfico adecuado, decenas de especies que se pueden encontrar en todos los jardines de la ciudad. Son plantas que se han adaptado perfectamente al clima templado aun siendo propias de otras latitudes.

El Jardín Botánico, en consonancia con los nuevos tiempos y obedeciendo a criterios científicos y de sostenibilidad, ha dejado de lado el carácter de colección de plantas exóticas o rarezas botánicas propias de los gabinetes de ciencias naturales de los siglos XVIII y XIX, y ha evolucionado hacia una propuesta más científica y que sigue criterios de sostenibilidad.

Historia

Han sido diversos los espacios que han actuado como jardines botánicos y se han ido abriendo en la ciudad. Así, tenemos el primer jardín botánico de España, abierto en Sant Joan Despí en 1850, y el primero de Barcelona, en la Rambla, diez años más tarde. Otros espacios que cumplieron esta función son los que el marqués de la Ciutadilla hizo cerca del monasterio de Sant Pau del Camp, en el Raval, los jardines de la Universidad y el antiguo jardín botánico, un espacio que diseñó Pius Font i Quer en el punto donde se encontraban las antiguas canteras de la Foixarda, en Montjuïc.

Estos jardines continúan abiertos a los ciudadanos como jardines históricos. El actual Jardín Botánico, también situado en Montjuïc, se encuentra entre el castillo y el Estadio Olímpico Lluís Companys.

Biodiversidad

Algunos ejemplos de plantas y árboles que viven en el Jardín Botánico no nos resultan extraños ni ajenos porque son especies que podemos encontrar en muchos jardines de Barcelona: el árbol botella (Brachychiton populneus), el eucalipto (Eucalyptus ficifolia), algunas variedades de acacias (Acacia brachystachya) o arbustos arbóreos como la dicksonia (Dicksonia antarctica), de la familia de los helechos.

También hay otras especies como el boldo (Peumus boldus) o el pimentero falso (Schinus molle) de América del Sur. La representación del continente africano, que va desde Marruecos hasta Ciudad del Cabo, nos la ofrecen plantas como las arganias (Argania spinosa), las adelfas (Nerium oleander) o la goma arábiga (Acacia nilotica), y, entre los árboles que también tienen una nutrida representación en la ciudad, los cedros (Cedrus atlantica, deodara y libani) o los mañíos (Podocarpus latifolia).

La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona se encarga de la gestión de este espacio.

Paisajismo y diseño

El eje temático que nos conduce por este espacio es mostrar la diversidad botánica del clima mediterráneo en ocho fitoepisodios. Son ocho escenografías vegetales las que nos guían para hacer un viaje por Australia, California, Chile, Sudáfrica, el norte de África, el Mediterráneo oriental, la Península, las Islas Baleares y, finalmente, las Islas Canarias. Y lo hacen a través de un recorrido arquitectónico que aprovecha los fuertes desniveles y pendientes del terreno para remarcar y realzar las especies vegetales.

Un paseo por el Jardín Botánico de Barcelona

Arte y arquitectura

Los arquitectos Carles Ferreter, Josep Lluís Canosa, Beth Figueres, Artur Bossy y Joan Pedrola son los artífices de estas escenografías vegetales o fitoepisodios. Los espacios se organizan a partir de la utilización de las pendientes de la montaña y la combinación de parcelas triangulares que encontramos a lo largo de todo el recorrido. Estos triángulos se distribuyen de manera que aprovechan las diferentes orientaciones posibles al sol y a la luz. Todo ello siempre en función de las necesidades de las especies vegetales que están presentes.

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