Sant Andreu rehabilitará el refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera
Refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera / Ayuntamiento de Barcelona. Autor Martí Llorens

Sant Andreu rehabilitará el refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera para hacerlo visitable

El Distrito de Sant Andreu, a través de BIMSA, rehabilitará y adecuará el refugio antiaéreo de La Torre de la Sagrera para hacerlo visitable. La previsión es iniciar la obra de la tercera fase de musealización a finales de año, con una actuación prevista de cinco meses que permitirá abrir el espacio a lo largo de 2023.

Con la rehabilitación del refugio se culmina el proyecto, que será un nuevo punto de interés cultural de preservación del patrimonio en el norte de la ciudad vinculado la memoria histórica. Este refugio salió de nuevo a la luz en 2015 con motivo de las obras de rehabilitación y ampliación del edificio situado en el número 64-66 de la calle Berenguer de Palou, conocido como la Torre de la Sagrera para transformarlo en un casal de barrio.

En una inspección del sótano del edificio, se halló una entrada que daba acceso a unas escaleras que entraban en el refugio. Los fondos aportados por la tasa turística contribuirán a la ejecución del proyecto. El coste para la redacción del proyecto, la obra y las asistencias es de 295.000 euros.

Un refugio en perfecto estado

En 2015, los técnicos del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) inspeccionaron este espacio una vez la Unidad de Subsuelo de los Mossos d’Esquadra comprobaron la seguridad del interior. Rápidamente se confirmó que se trataba de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil española, y que su estado de conservación era óptimo, dado que se encontraba intacto desde el fin del conflicto.

La inspección también permitió confirmar el buen estado general de las estructuras y de los restos hallados: tres letrinas, dos pozos de ventilación o de trabajo y una fuente de agua, así como una pequeña sala circular con bancos corridos y hornacinas para almacenar alimentos o líquidos.

Las galerías, que presentan los soportes de obra para un banco corrido, conservan el cableado eléctrico y las resistencias de porcelana, así como un par de bombillas originales in situ. La inspección también permitió identificar un segundo acceso al refugio que estaba clausurado con un tabique de ladrillos y que daba a la calle Berenguer de Palou con Clara Zetkin.

El refugio excavado en el subsuelo de la finca sigue el sistema constructivo de galerías en mina, compuesto por tres galerías principales y las dos entradas, con un total de 88 metros de longitud.

La anchura de las galerías oscila entre los 0,80 metros en el acceso desde el sótano de la finca y los 1,20 metros en las galerías principales, con una altura de 1,80 metros. El refugio está construido con muros de hormigón y de obra, y una cubierta de bóveda de cañón de ladrillo, y reforzada con arcos de ladrillo dispuestos en sardinel.

La Torre de la Sagrera es una tipología de casa de indianos de estilo neoclásico, y se trata del único elemento conservado de un conjunto industrial integrado por elementos añadidos a lo largo de los años.

Este inmueble representaba la prenda más significativa y de mayor antigüedad. Este edificio era la casa, seguramente de los propietarios o del director de la fábrica textil «La Española», que en un momento dado formó parte de todo el complejo de la Fabra y Coats, fundada en 1903, fruto de la fusión de la Sociedad Anónima Sucesora de Fabra y Portabella con el grupo británico J&P Coats Ltd.

Las fechas que aparecen grafiadas en la tribuna del edificio (1875-1941) corresponden, la primera a la fecha de fundación de Licores Sorel, propiedad de Joaquim Morel i Bas, y la segunda a la fecha de la gran reforma que éste mismo empresario realizó en la Torre de la Sagrera, después de adquirir el edificio en 1938, una vez finalizado el conflicto bélico.

Durante el conflicto bélico, se construyó este refugio, aprovechando la protección que proporcionaba el edificio. En algunos casos, como en el que nos encontramos ahora, la presencia de bancos y letrinas indicarían un refugio de cariz social , para la barriada de La Sagrera, más lejos de la posibilidad de un refugio particular.

Durante la Guerra Civil, un centenar de personas de la misma calle crearon la Sociedad Obra Colectivizada calle Berenguer de Palou, y solicitaron en verano de 1937 la construcción de un refugio antiaéreo ante el pánico de los bombardeos de la aviación fascista.

El expediente de construcción del refugio también menciona que el refugio estaba destinado a proteger a los usuarios de una escuela vinculada al Ateneo Cultural de la Sagrera , ubicada con toda seguridad en la Torre de la Sagrera, ya que ésta fue objeto de la redacción de un proyecto para convertirse en escuela gestionada por el Consejo de la Escuela Unificada (CENU).

Sin embargo, este proyecto de escuela nunca fue ejecutado, dado que la finca fue ocupada por miembros de la CNT-FAI desde noviembre de 1936. La existencia de un acceso directo al refugio desde el interior de la Torre de la Sagrera estaría justificado por la actividad que se desarrollaría en su interior, ya sea como escuela o como entidad política y cultural.

Este refugio no estaba censado, y por tanto no tenía número como los incluidos dentro del listado de refugios del Servicio de Defensa Pasiva Antiaérea o de la Junta de Defensa Pasiva de la Generalitat (1938), y por tanto se desconocía su localización, en diferencia del refugio núm. 0441 que se localizaba en medio de la calle Berenguer de Palou.

Durante los trabajos de reurbanización de la calle Berenguer de Palou del año 2019-2020 sólo se localizó una de las entradas inacabadas de este refugio frente al número 58, el cual nunca se llegó a ejecutar ni construir, más allá de los primeros tramos de acceso.

Desde el Distrito de Sant Andreu se tiene previsto incorporar este refugio dentro del futuro casal de barrio, y hacerlo visitable, poniendo en valor este importante elemento patrimonial de la historia más reciente.

Sant Andreu rehabilitará el refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera