El Ayuntamiento compra El Molino para un nuevo espacio cultural

Barcelona Events Musicals, organizadora del Festival Cruïlla, gestionará El Molino con la complicidad de varios agentes musicales de la ciudad

Hoy, jueves 13 de junio, se ha aprobado en comisión de Gobierno la concesión del uso privativo de dominio público del antiguo teatro El Molino a la empresa Barcelona Events Musicals, organizadora del Festival Cruïlla entre otros eventos. Se prevé una duración de cuatro años a partir de la formalización del contrato, que podrá ampliarse por acuerdo de ambas partes, con prórrogas anuales hasta un máximo de cuatro años más.

El proyecto de la adjudicataria, Barcelona Events Musicals, está planteado con el objetivo de convertir El Molino “en un espacio de referencia para las músicas minoritarias de la Ciudad Condal, con una especial preferencia por las músicas de raíz, la canción de autor, el jazz, el flamenco y la rumba catalana, pero estando también abierto a otras disciplinas artísticas y expresiones culturales” y a la vez “recuperar la antigua fuerza y ​​reconocimiento de El Molino por proyectarlo de nuevo como un gran equipamiento de la ciudad y también internacionalmente”.

El proyecto explicita la voluntad de fomentar la colaboración y el trabajo en red tanto a nivel local como nacional, cuenta con un extenso apoyo del sector musical, con convenios de colaboración destacados con entidades representativas de diversos estilos musicales, como Barnasants, el Dorado, Carabutsi y la Asociación de Músicos de Jazz y también con las escuelas superiores de música de la ciudad, Taller de Músics, el Conservatorio del Liceo, Esmuc y Jam Session. También cuenta con la colaboración de diversas escuelas de formación en gestión musical y audiovisual, así como de L’Auditori y la sala Paral·lel 62 entre otros, lo que hace que esté conectado y situado con y en el entorno, con una fuerte conexión también a nivel estatal e internacional.

En cuanto al modelo de gestión, en el que se pedía que el proyecto ofrezca usos alternativos para alcanzar el máximo rendimiento del espacio, la adjudicataria tiene el objetivo de ir incrementando la programación de forma progresiva, con el horizonte final de terminar ocupando todos los días de la semana, con diferentes pases en la sala principal y ofreciendo un amplio abanico de actividades en otros espacios como la sala de ensayo, el club con terraza o la sala del altillo. Además, la programación cuenta con actividades vinculadas a la comedia, el teatro o la danza, así como jam sessions, open mic, music talks, presentaciones de festivales o ensayos de artistas, que ayudarán a la diversificación de públicos, ofreciendo una representación de la variedad artística de la ciudad.

En referencia a la gestión gastronómica, el proyecto se ha planteado con la colaboración del equipo de Florería Atlántico, recogiendo en la propuesta la idiosincrasia del Paral·lel y su entorno y su historia. La propuesta gastronómica estará sometida al ritmo que marque la programación artística, estableciendo una relación y una simbiosis entre lo artístico y la gastronomía. El proyecto también da importancia a la coctelería de autor, con cócteles inspirados en la historia de El Molino, y los artistas que han actuado en el Paral·lel y en Barcelona.

En cuanto a la dimensión pedagógica, el proyecto educativo, en colaboración con diversas escuelas, propone talleres de formación, masterclass, participación de alumnado con bandas que actúen en el equipamiento, colaboración con escuelas de artes y oficios, visitas escolares, etc.

En conjunto, la propuesta, vinculada con equipamientos del territorio como la Sala Paral·lel 62, la Sala Apolo o el Centro Cultural Albareda, encaja con el objetivo de desarrollar la actividad cultural en el eje del Paral·lel, dinamizando al territorio a nivel musical, así como impulsando la capacidad creativa de la ciudad.