Jardines de Torre Girona

Los jardines de Torre Girona, una joya única dentro de Pedralbes

El recinto de Torre Girona constituye un área verde de gran importancia ecológica por la presencia estable de agua que permite albergar una gran diversidad de especies. Una joya única como parque forestal, refugio de biodiversidad, espacio de memoria histórica y centro avanzado de alta tecnología computacional.

Historia de los Jardines de Torre Girona

La finca Torre Girona fue la residencia de veraneo de la familia del banquero y político catalán Manuel Girona i Agrafel (1817-1905). A principios del siglo XIX compraron un conjunto de terrenos agrícolas en Sarrià (hoy pertenecientes al distrito de Les Corts) y encomendaron al arquitecto Oriol Mestres la construcción de la Torre Girona, que data del año 1860.

La suntuosa casa, de estilo neoclásico, estaba rodeada de unos jardines magníficos que estaban de moda en toda Europa. Contenían un estanque con un molino de viento, pabellones chinos y un gran número de esculturas y piezas decorativas. Hacia 1940 se construyó una gran capilla de estilo clasicista flanqueada por dos esbeltos campanarios.

Años después, la Torre fue ocupada por el colegio de monjas de la Asunción y más tarde por la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la UPC. Actualmente, acoge al Rectorado de la UPC y al Barcelona Supercomputing Center (BSC), que aloja, en la capilla desacralizada, al supercomputador Mare Nostrum 4 que desarrolla proyectos de investigación sobre el genoma humano y el diseño de nuevos medicamentos, entre otros.

En abril de 2019, la UPC y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron un acuerdo de cesión de los jardines con el objetivo de crear un parque urbano gestionado por la entidad pública, regulando los usos del jardín y la conservación de la flora y fauna existentes.

Los Jardines de Torre Girona

Se diseñaron emulando a los jardines europeos de estilo romántico y clasicista, con el agua como elemento protagonista. Junto a la casa se construyó un gran estanque de apariencia natural, con un embarcadero y un precioso mirador que, hoy en día, sigue cautivando todas las miradas. El jardín constituía un verdadero parque temático, con barquitas y atracciones de todo tipo que hacía las delicias de pequeños y mayores. La familia le llamaba el parque.

A lo largo del tiempo, este jardín histórico ha sufrido un progresivo deterioro que ha desdibujado parte de su glamour original, cuando era un jardín suntuoso, perfectamente calculado y que contenía una gran cantidad de elementos decorativos y espacios delicadamente ajardinados que embellecían cada rincón. El abandono y la progresiva invasión de especies autóctonas ha transformado ese jardín ostentoso en un parque eminentemente forestal, que convive con algunas especies ornamentales dispersas.

La vegetación en los Jardines de Torre Girona

El conjunto de ajardinamientos de la Torre Girona contiene espacios boscosos muy apretados, antiguos paseos con cerezos y cipreses alineados, ajardinamientos junto al estanque y las edificaciones, y grandes árboles catalogados que testimonian la historia de este lugar extraordinario.

El jardín forestal

Limita con la calle Jordi Girona y constituye un espacio boscoso, frondoso y asilvestrado, surcado por algunos caminos de pequeños guijarros y senderos enfrascados. La vegetación está constituida por una mezcla de especies autóctonas y ornamentales propias de los jardines clásicos como las fotíneas, los pitósporos, los tilos, los cóculos, las troanas y los cedros, cuya abundancia es remarcable.

Las especies mediterráneas están representadas por los pinos, encinas, lentisco, aladierno y durillo, entre otros. En algunos sectores, el sotobosque es impenetrable debido a la maraña de lianas que se enredan con el galzeran y la esparraguera.