Expulsan a los perros del Parc Diagonal Mar

Expulsan a los perros del Parc Diagonal Mar

Con la calificación de parte del Parc Diagonal Mar como nuevo refugio de biodiversidad de la ciudad, el parque se convierte en una zona especial para proteger la fauna y la flora, pero, ¿Qué pasa con los vecinos del barrio de toda la vida, los perros?

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona, ​​Eloi Badia, anunció el martes pasado a los vecinos de la zona de Diagonal Mar la prohibición de acceder al Parque a las familias con perros desde este lunes 19 de abril.

Badia justificó esta medida por el interés de preservar la biodiversidad que ha crecido en el parque.

José Pascual, responsable del Área de Comunicación del Distrito de Sant Martí, aseguró el pasado 7 de abril que «se establecen unas áreas de especial atención, lo que implica que, en general, el parque seguirá siendo hábil para las personas con perros», pero según denuncia Espai Gos BCN «a la hora de la verdad la prohibición afecta prácticamente a toda la zona cerrada del Parque, lo que en la práctica significa el parque entero».

Badía argumentó la decisión municipal de la prohibición basándose en que «los ladridos de los perros pueden interrumpir el descanso de las aves», algo que los vecinos critican:

«Se ve que fiestas populares como Sant Joan y sus petardos y cohetes lanzados dentro del parque, o los conciertos de festivales como el Primavera Sound, que instalan escenarios frente a la zona, son menos nocivos que unos ladridos ocasionales».

Precisamente National Geographic destaca en un artículo referente al descanso de las aves, indican que el «efecto del ruido y la luz pueden alterar profundamente la reproducción de las aves, incluso cuando se tienen en cuenta otros aspectos de las actividades humanas».

Así mismo, por la cercanía del Parc Diagonal Mar a la ronda litoral, las aves que habitan dentro del parque sufren las consecuencias de la polución, con enfermedades respiratorias, estrés, sistema inmunológico deficiente o disminución del sistema reproductivo.

«Bajo este argumento, es difícilmente comprensible que no haya ninguna prohibición para pasear con nuestros perros por cualquier parque natural del país y, sin embargo, no lo podamos hacer en nuestro propio barrio», indican los vecinos.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona han indicado que aún quedan 60.000 m² de parque para disfrutar de los animales de compañía, no obstante, a los vecinos no les salen las cuentas.

Expulsan a los perros del Parc Diagonal Mar

«De las supuestas zonas verdes que nos quedan accesibles, la más grande está ocupada mayoritariamente por pistas deportivas, utilizadas durante la semana para colegios e institutos del barrio y, en fin de semana, por las vecinas, pero también por las oficinas de Parques y Jardines, que están cubiertas por una zona ajardinada y cerrada y rodeadas por un área de arbustos totalmente impracticable».

 

«Y el resto, son simples parterres, como los que encontramos en cualquier calle de la ciudad. Es como si dijéramos que toda la avenida Diagonal es una gran zona verde para perros porque está llena de parterres de principio a fin».

En la zona existen dos zonas habilitadas para mascotas, los ‘pipican’, uno en la plaza Julio González, ‘que es como dos plazas de parking’, indican los vecinos; y el otro en los Jardines de Ghandi, un poco más amplio, pero con vallas de aproximadamente un metro de altura y al lado de la transitada vía Bac de Roda.

Expulsan a los perros del Parc Diagonal MarLos vecinos se quejan de que no les han escuchado las propuestas

Según indican desde los colectivos afectados, han intentado dialogar con el consistorio para estudiar soluciones y evitar así la drástica medida que afecta a un 25% de los vecinos del barrio, que viven con mascotas, pero a pesar de los reiterados intentos, desde el Ayuntamiento no han dado solución al problema y desde ayer lunes la norma a entrado en vigor en el Parc Diagonal Mar.

Los vecinos han propuesto aislar adecuadamente todas las zonas de nidificación de las aves para restringir completamente el acceso, además de poner vigilancia dentro del parque para evitar así las actuaciones incívicas.

En este contexto, los vecinos disponen de material audiovisual de actuaciones impropias dentro del parque como adultos y niños subiendo a los árboles, botellones en las zonas de nidificación sonde está prohibido el acceso o concentraciones en las zonas de descanso de los patos.

A esto se suma la insalubridad que provocan las bolsas de basura y plástico tiradas dentro del parque que las gaviotas destrozan, lo que conlleva la aparición de ratas.

Por esto los vecinos pusieron sobre la mesa sobre todo la implantación de vigilancia en el parque, algo que insisten, no se les ha escuchado.