Dríadre, la ninfa protectora de los bosques

La escultura Dríadre de una adolescente desnuda es considerada una de las mejores obras del escultor Ricard Sala

Dríadre, fue adquirida por el Ayuntamiento de Barcelona en 1970, para decorar los jardines de la Villa Amelia. La iniciativa fue del arquitecto Joaquim Maria Casamor, que dirigía el Servicio Municipal de Parques y jardines. Los jardines fueron inaugurados el 23 de noviembre de ese mismo año, un año muy prolífico en cuanto a la apertura de zonas verdes tras el periodo de sequía en nuevos parques que había caracterizado la época de Porcioles.

Además de los de la Villa Amelia, ese año se inauguró el parque del Putget y tres jardines en Montjuïc, con los nombres de Joan Maragall, Costa i Llobera y Padre Cinto. Los jardines de la antigua finca privada conocida como la Villa Amelia se incorporaron al patrimonio público al cederlos los propietarios a cambio de edificabilidad en otra parte de los terrenos.

El autor de la obra la bautizó con el nombre de Dríadre, que en la mitología clásica era una ninfa protectora de los bosques».

Esta es una escultura de pequeño formato. La pieza, del escultor barcelonés Ricard Sala, constituye un buen exponente del arte tridimensional de carácter figurativo. Está hecha en bronce y tiene una pátina con la tonalidad verdosa tan común en las esculturas fundidas en este material eterno.

Dríadre, la ninfa protectora de los bosques

Aunque no es del tamaño natural, la escultura se integra perfectamente en el marco donde se sitúa. Se trata de una pieza regida por una técnica muy buena que consigue un pleno movimiento combinando sabiamente el vacío con el pleno o, dicho de otro modo, el espacio ocupado con la ausencia.

Concebida como una espiral contenida que se proyecta hacia delante, está sostenida por un solo pie que, apoyado en la parte delantera de su planta, parece no tocar tierra, como si fuera una forma ingrávida.

La escultura, en realidad, se soporta en su peana también de bronce y formada por dos escalones de sección cuadrada y un perno cubierto del mismo material que refuerza el grueso del pie, dando consistencia estructural al conjunto escultórico y descansa sobre un dado de piedra de sección más ancha que la peana, que otorga a la parte no figurativa de la pieza un aspecto de pirámide truncada de base cuadrada.

La escultura Dríadre en los Jardines de la Villa Amelia