Así era Yoyo, la elefanta más longeva del mundo que ha muerte en el Zoo

Así era Yoyo, la elefanta más longeva del mundo, que ha muerto en el Zoo de Barcelona

El estado de salud de Yoyo había empeorado en las últimas semanas debido a problemas vinculados a su avanzada edad. A pesar de los esfuerzos y atención del equipo de veterinaria y los cuidadores del Zoo de Barcelona, su situación evolucionó hacia un estado cada vez más delicado y finalmente irreversible.

Protocolo tras la pérdida de Yoyo

El equipo técnico del zoo, en colaboración con el personal del Servicio de Diagnóstico de Patología Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, seguirá el protocolo establecido para casos como éste. Además, se compartirá toda la información recopilada con el programa de conservación de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), del cual el Zoo de Barcelona forma parte.

El zoo también está prestando atención especial a Susi y Bully, las dos elefantas que convivían con Yoyo. Las tres habían formado un grupo cohesionado de elefantes y tenían una buena relación.

Reacciones ante la pérdida de Yoyo

La primera teniente de alcaldía y presidenta de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), Laia Bonet, lamentó la muerte de Yoyo, destacando el rol del zoo como referente en el cuidado y bienestar de elefantes de edad avanzada. “Yoyo recibió en todo momento la máxima atención por parte del personal del Zoo, procurando mejorar siempre su bienestar”, afirmó Bonet.

El director del Zoo de Barcelona, Antoni Alarcón, recordó a Yoyo como una “elefanta entrañable” y subrayó el apego del personal del zoo y los visitantes hacia ella. “Aunque tenía su propio carácter, Yoyo también era cuidadora y un referente para sus compañeras, Susi y Bully. Siempre la recordaremos con cariño”.

Yoyo: un caso especial en el Zoo de Barcelona

Yoyo formaba parte de un grupo de animales acogidos por el zoo debido a decomisos realizados por administraciones públicas. Esta labor, que el Zoo de Barcelona lleva a cabo desde hace más de tres décadas, se realiza en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica como centro adherido a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

La elefanta llegó al zoo en 2009 tras ser intervenida por la Generalitat en el antiguo RioLeón Safari. Antes de eso, había estado en un circo que le dejó graves lesiones físicas y psicológicas. Estas heridas requirieron un cuidado especializado que permitió, con los años, una notable mejora en su salud y comportamiento.

Las otras dos elefantas, Susi y Bully, llegaron al zoo en circunstancias similares. Juntas formaron un grupo cohesionado gracias al trabajo del equipo del zoo, que reforzó sus lazos sociales y esperó el momento adecuado para reunirlas.

El espacio Sabana-Sahel: el refugio de Yoyo

En 2013, las elefantas fueron trasladadas al nuevo espacio Sabana-Sahel, una instalación diseñada con criterios que priorizan el bienestar animal. Este espacio reproduce el hábitat de la sabana del Sahel y cuenta con comederos situados a ocho metros de altura, lo que permite a las elefantas realizar ejercicios de búsqueda de alimento similares a los que harían en la naturaleza.

El espacio también está equipado con sustratos naturales, baños de barro, ramas para interactuar y refugios climatizados con luz natural. Estas características ofrecen una mejor calidad de vida a los animales y aseguran un entorno lo más adecuado para su desarrollo.

La memoria de Yoyo quedará como ejemplo del compromiso del Zoo de Barcelona con el bienestar y la conservación de especies amenazadas.