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La estafa del ‘hijo en apuros’ cada vez más sofisticada y difícil de detectar

La estafa ‘hijo en apuros’ se ha convertido en un fraude cada vez más difícil de detectar, dejando a miles de víctimas en su camino. Esta técnica fraudulenta se lleva a cabo principalmente a través de WhatsApp o SMS, donde los estafadores suplantan la identidad de un hijo o hija. Alegan que su teléfono móvil se ha roto y que les han proporcionado un nuevo número para comunicarse. Una vez establecida la conversación, comienzan las peticiones urgentes de dinero.

Carmen, una mujer de Barcelona, compartió su experiencia con ElCaso.com, explicando cómo fue engañada a pesar de haber escuchado sobre este tipo de estafas y qué medidas ha tomado para evitar que vuelva a ocurrir.

Así le han estafado 2.400 euros

«Máma, te tengo que pedir un favor», fue el primer mensaje que recibió Carmen desde un número desconocido. La frase coincidía con la manera en que su hijo solía comunicarse con ella, lo que hizo que no sospechara al inicio. La urgencia del mensaje la llevó a actuar rápidamente.

Primero, le solicitaron 3.500 euros, pero al responder que no disponía de esa cantidad, le pidieron que enviara lo que pudiera. Bajo presión y sin margen para cuestionar, realizó dos transferencias bancarias, utilizando también la cuenta donde su marido cobra su pensión, sumando un total de 2.400 euros.

Además, le exigieron que enviara un justificante de la transferencia como comprobante. Una vez lo recibieron, los estafadores desaparecieron. Más tarde, su hijo real se comunicó desde su número habitual, dándose cuenta del engaño: «Te han estafado». Carmen contactó de inmediato con los Mossos d’Esquadra para denunciar lo sucedido. Según los agentes, no era la primera denuncia recibida por esta estafa. A partir de ahí, el caso se complicó, ya que el dinero había desaparecido y la policía inició una investigación. La familia debía esperar, insistir y tomar medidas preventivas para que no volviera a suceder.

No tiran la toalla y llegan a la justicia

«El banco me dijo: ‘Usted hizo las transferencias voluntariamente’. Solo me han devuelto los 17 euros que costó cada transacción», explicó Carmen. A pesar de esta respuesta, continuó con su denuncia, la cual ya ha llegado a la Ciutat de la Justícia de Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat, lo que significa que el caso ha sido judicializado. Tanto la Justicia como los Mossos d’Esquadra siguen investigando.

Intentó también otra vía: acudir al banco receptor de la transferencia, pero se encontró con una barrera legal. Le informaron que, por protección de datos, no podían proporcionarle ninguna información sobre la cuenta a la que envió el dinero.

A pesar de todo, Carmen considera que ha tenido «suerte», ya que su caso no ha caído en el olvido y sigue en manos de la Justicia. Como víctima, recomienda actuar rápidamente y, ante una situación similar, contactar inmediatamente con el hijo o hija real antes de realizar cualquier transferencia.

Estafas tecnológicas cada vez más sofisticadas y una solución: la contraseña secreta

Carmen está convencida de que con los avances en Inteligencia Artificial (IA), este tipo de estafas seguirán evolucionando, incluyendo el uso de voces falsas. Por ello, ha decidido reforzar su seguridad estableciendo una contraseña secreta con su hijo. De este modo, si alguna vez vuelve a recibir un mensaje similar, podrá verificar su autenticidad.

Este es el testimonio de una víctima barcelonesa de la conocida estafa ‘hijo en apuros’, un fraude que sigue afectando a más personas y sustrayendo grandes sumas de dinero. «Antes los ladrones entraban en casa, ahora entran por el móvil», concluye Carmen.

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