Élite Taxi denuncia a Uber ante la Guardia Civil por entramado fiscal
La asociación profesional Elite Taxi ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil, señalando que Uber opera en España mediante un entramado societario diseñado para eludir impuestos, precarizar a sus trabajadores y competir de manera desigual frente al sector del taxi y otras empresas de transporte reguladas.
El escrito, registrado en la Unidad de Policía Judicial de Zona de Cataluña, incluye un informe jurídico de 72 folios que argumenta que Uber funciona de facto como una empresa de transporte, a pesar de presentarse formalmente como una simple plataforma tecnológica de intermediación.
Una estructura internacional para reducir impuestos
Según el informe presentado por Elite Taxi, Uber habría establecido una red compleja de sociedades en territorios con baja tributación como Delaware (EE. UU.), Bermudas, Panamá o Singapur, con el objetivo de desviar beneficios fuera de España.
El mecanismo consistiría en trasladar la propiedad intelectual a estas jurisdicciones y justificar transferencias económicas bajo conceptos de royalties, intereses o derechos de uso, evitando así el pago del Impuesto de Sociedades y del IVA en los países donde realmente se desarrolla la actividad económica.
Las filiales españolas, como Uber Systems Spain S.L., recibirían solo fondos suficientes para cubrir gastos, a pesar de desempeñar funciones clave de organización, promoción y gestión del servicio. Según la denuncia, este modelo vacía de contenido fiscal a las filiales locales y priva a la Hacienda pública de ingresos millonarios.
IVA: un esquema “artificial” que distorsiona la normativa
Uno de los aspectos más controvertidos de la denuncia se centra en el IVA. Elite Taxi sostiene que Uber debería recaudar y declarar el IVA bajo el régimen general, en lugar de trasladar esta obligación a los conductores.
El escrito describe un procedimiento que invierte la realidad económica: Uber cobra el viaje al usuario a través de su aplicación, paga al conductor descontando su comisión y declara que el servicio lo presta el conductor, mientras Uber solo actúa como intermediario.
Este flujo financiero, según la denuncia, reduce artificialmente la carga tributaria de Uber frente a operadores que cumplen plenamente con la normativa y genera una competencia desleal en el sector.
Falsos autónomos y precarización laboral
El informe también cuestiona el modelo laboral de Uber, afirmando que la empresa controla el trabajo de los conductores mediante algoritmos, tarifas impuestas, criterios de comportamiento, asignación de servicios y penalizaciones.
Según Elite Taxi, se observan características propias de una relación laboral, como dependencia organizativa, fijación unilateral de precios, control del rendimiento y ausencia de autonomía real, mientras los conductores son considerados autónomos. Esto los convierte en “falsos autónomos”, privados de derechos básicos como bajas médicas, vacaciones, protección por desempleo o negociación colectiva.
La denuncia subraya que esta precarización no es un efecto colateral, sino un componente central del modelo de negocio de Uber, diseñado para disciplinar a los trabajadores y reducir su capacidad de organización.
Crítica estructural al modelo de Uber
Más allá de posibles infracciones concretas, la denuncia plantea una crítica estructural al modelo de Uber, al que acusa de aprovechar vacíos legales, operar al límite de la normativa y externalizar costes sociales, fiscales y laborales.
Elite Taxi sostiene que Uber no es una empresa tecnológica neutral, sino una compañía de transporte que evita las reglas del sector, generando asimetrías competitivas graves frente a operadores que cumplen con licencias, fiscalidad, seguridad social y tarifas reguladas.
En el contexto de un endurecimiento normativo en la Unión Europea y en Cataluña, el informe concluye que permitir la continuidad de este modelo sin supervisión estricta perjudica directamente al interés general. La Guardia Civil ha iniciado diligencias para analizar los hechos denunciados.
