El refugio antiaéreo de la plaza Tetuán, sin proyecto de futuro
Más de 800 metros cuadrados y una capacidad para 2.500 personas.
Así eran las características del refugio antiaéreo planeado por el gobierno republicano de Barcelona en 1937 en la plaza Tetuán.
Del proyecto inicial, sin embargo, sólo se construyó una de las cuatro secciones diseñadas, cada una con nueve galerías de tres metros de ancho para proteger la ciudadanía en caso de bombardeo.
Este es uno de los 11 refugios colectivos que quería hacer el gobierno de la ciudad.
Eran instalaciones que iban desde los 300 hasta los 2.050 metros cuadrados.
Las dificultades de la guerra, sin embargo, fueron uno de los principales motivos por los que no se acabó todo el refugio.
En un conflicto de estas características no sólo hay una falta de comida, también de material, y en este caso el cemento escaseaba mucho en la ciudad.
El Ayuntamiento quería construir 10 refugios colectivos más. En total había unos 1.400 durante aquella época.
El caso del refugio de la plaza Tetuán, en aquella época bautizada como la plaza de Hermenegildo Giner de los Ríos, se repitió en los otros refugios que el gobierno había proyectado dentro del plan de Refugios generales en la vía pública.
Su construcción se empezó a planear poco después del bombardeo naval sobre la ciudad del febrero de 1937, uno de los episodios más impactantes para la ciudadanía, ya que fue el primer bombardeo que sufrió la ciudad, sobre todo en el Eixample y al sur de Gràcia.
Ahora, su uso ha caído en el olvido
La construcción de estos refugios ya tenía prevista su reutilización después del conflicto.
El Ayuntamiento quería aprovechar el espacio de las instalaciones y hacer, por ejemplo, baños públicos.
Sin embargo, algunos se destruyeron o, como es el caso del de la plaza Tetuán, se acabó demasiado tarde y se dejó abandonado.
La única sección construida, con nueve galerías de tres metros de ancho y tres de altura, está olvidada y sólo se ha utilizado en una ocasión a lo largo del tiempo.
En los años 70, cuando se construía la línea dos del metro, los trabajadores lo utilizaban como vestuario.
El refugio antiaéreo de la plaza Tetuán, sin proyecto de futuro
