Aparece en Montjuïc una cantera romana del s. II aC

Descubren una antigua cantera romana durante una obra en la Marina de Port

La edificación de un inmueble residencial en la calle Ferrocarrils Catalans, ubicada en el barrio barcelonés de la Marina de Port, ha sacado a la luz los vestigios de una cantera de origen romano, que según estudios iniciales, se remonta a los siglos I y II d.C.. El hallazgo corresponde a un frente de roca de gres cuarzoso blanco del Mioceno, con unas dimensiones de 30 metros de largo, cinco de alto y 4,5 de profundidad.

Un descubrimiento clave para entender los orígenes de Barcelona

Este descubrimiento tiene gran relevancia arqueológica, ya que aporta evidencias de que esta cantera de Montjuïc figura entre las más antiguas de Cataluña e incluso de Europa. Según las primeras investigaciones, podría estar relacionada con los primeros pasos de la fundación de Barcino, lo que la convierte en un elemento esencial para estudiar la urbanización romana en la península ibérica.

La montaña de Montjuïc, una fuente histórica de piedra

El hallazgo también refuerza la teoría de que la montaña de Montjuïc fue durante siglos una cantera estratégica, proporcionando la piedra usada tanto en edificaciones como en elementos decorativos por todo el Pla de Barcelona.

Parte del yacimiento será preservada

Dada la singularidad e importancia del hallazgo, se ha decidido conservar un segmento del frente pétreo. En concreto, se mantendrán ocho metros de longitud por tres de altura, que serán integrados en la segunda planta subterránea del nuevo edificio.

Confirmación de una antigua cantera ya documentada

Este nuevo segmento confirma la continuidad del frente ya registrado en Montjuïc en 1990, cuando se descubrió un tramo mayor, de 50 metros de largo y 10 de altura. El hallazgo de octubre de 2024 amplía el conocimiento sobre el volumen real de extracción de piedra en la zona, que podría haber sido mucho mayor de lo estimado hasta ahora.

Futuras investigaciones para contextualizar el hallazgo

Durante los próximos meses se realizarán análisis cerámicos y estudios complementarios, que permitirán confirmar con mayor precisión la cronología del yacimiento, así como detalles sobre el entorno natural y las técnicas de explotación empleadas en época romana.