Las obras de La Rambla dejan al descubierto un tramo de la muralla medieval y uno de sus portales de entrada
Desde que comenzaron las obras de la Rambla se han encontrado varios restos arqueológicos de la muralla medieval, pero hasta ahora nunca se había localizado ninguno de los portales de entrada. Ahora una excavación ha dejado al descubierto a uno.
El Servicio de Arqueología está trabajando para documentarlo y parece que se trata del portal de Trencaclaus u Ollers, situado en la calle Escudellers, que cruza la plaza del Teatre.
Aparte de este portal, también se ha descubierto otro tramo de la muralla del extremo norte de la Rambla, junto a la plaza de Catalunya. En este caso, según el Ayuntamiento, la muralla es poco visible, pero todavía conserva hasta tres metros de altura. Otro de los hallazgos, son maravedíes (monedas medievales) de Isabel II, correspondientes al siglo XIX.
La fortificación de Barcelona arrancó en 1285, por orden de Pedro II el Grande, durante una confrontación bélica con Francia. Una vez terminó el conflicto, el Consell de Cent continuó esta tarea y se añadieron nuevos portales defensivos como el portal Nou. Ya existían los de la Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres. Dentro de este perímetro –donde se incluían espacios como la plaza de Catalunya, el paseo de Sant Joan o el Parque de la Ciutadella– estaba la Rambla. En 1357, el Consell de Cent decidió mejorar las murallas y reforzó el perímetro de Ciutat Vella.
