La Vall d'Hebron detecta 134 casos de violencia infantil en Barcelona en un año

La Vall d’Hebron detecta 134 casos de violencia infantil en Barcelona en un año

La Unidad de atención a las violencias contra la infancia y la adolescencia del hospital de La Vall d’Hebron de Barcelona atendió a 134 menores durante el último año. Esta Unidad, denominada Equipo EMMA, está formada por un grupo multidisciplinar, con profesionales de los servicios de Pediatría, Psiquiatría y Trabajo Social, y es el referente en la atención a las violencias contra las niñas, niños y adolescentes de la ciudad de Barcelona.

Para su coordinadora, la doctora Anna Fàbregas, la violencia hacia los niños y adolescentes es «un fenómeno muy a menudo invisibilizado, especialmente durante la pandemia. La creación de estos equipos ayuda a la sensibilización, detección y abordaje multidisciplinar de estas situaciones tan complejas». Según datos del departamento de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat, durante el 2020 se detectaron 1.850 casos menos de menores afectados por la violencia respecto a 2019, probablemente por los efectos colaterales de la pandemia.

Mejorar la detección

Los objetivos principales son mejorar la sensibilización de la detección de las violencias hacia la infancia y la adolescencia, así como ofrecer un tratamiento médico, psicológico y social, tanto a los niños y adolescentes como a sus familias. El equipo trabaja de manera coordinada con la DGAIA, el territorio y el resto de instituciones implicadas como Mossos y la Ciudad de la Justicia.

Para la doctora Fàbregas, «la sensación que tenemos es que hay muchos casos. La pasada semana se detectaron cinco casos en la Vall d’Hebron, de lo que a tres se les retiró la custodia a los padres, con una niña ingresada». La nueva Unidad aborda todas las tipologías de violencia: la física, la sexual, la emocional / psicológica, por negligencia y la exposición a violencia de género, entre otros. La violencia sexual es especialmente crítica cuando las víctimas son niños, niñas y adolescentes porque pueden presentar secuelas en su salud mental a corto, medio y largo plazo.

La experiencia de las Barnahus

Tal y como han hecho otros países europeos, el Equipo EMMA quiere ir hacia el modelo islandés Barnahus (casas de niños), que permiten atender a los niños, las niñas y los adolescentes víctimas de violencia sexual en un espacio acogedor por parte de profesionales con especialización y coordinación, evitando que el niño y el adolescente tenga que explicar los hechos vividos en diferentes ocasiones ya múltiples profesionales, reduciendo, por tanto, la victimización secundaria.

La Vall d’Hebron detecta 134 casos de violencia infantil en Barcelona en un año