Comienza la plantación de cipreses en el laberinto de Horta

La restauración del Laberinto Vegetal impulsa la conservación del patrimonio histórico de Horta

La restauración del Laberinto Vegetal forma parte del Plan de Mantenimiento Integral (PMI), incluido en el Plan Endreça. Esta actuación es una de las principales intervenciones previstas en el barrio de Horta durante 2025, un año en el que la ciudad da un salto decisivo en la mejora del espacio público, acelerando las tareas de mantenimiento, renovación y transformación urbana.

La reforma busca definir las pautas generales de conservación que orientarán futuras intervenciones en el monumento, con el objetivo de garantizar su protección a largo plazo. Además, la actualización del diseño vegetal permitirá mejorar la lectura histórica del espacio, ofreciendo una visita más cómoda, segura y enriquecedora para todo tipo de público.

Integración en el parque y alineación con criterios internacionales

La actuación también facilitará una mejor integración del Laberinto Vegetal con el conjunto del Parque del Laberinto de Horta, reforzando la unidad paisajística y patrimonial del recinto y su vínculo con los elementos naturales y arquitectónicos del entorno.

La renovación sigue la recomendación de la UNESCO para la conservación de jardines históricos, recogida en la Carta de Florencia, que considera estos espacios como monumentos y establece la obligación de preservarlos en condiciones óptimas.

Un monumento vivo con más de dos siglos de historia

El Laberinto Vegetal fue concebido por el Maestro de Casas Josep Mas Dordal en 1794 y representado posteriormente por Domenico Bagutti alrededor de 1821. Es el elemento más emblemático del parque, una composición única que combina vegetación y arquitectura, con los cipreses como protagonistas. Se considera un auténtico monumento vivo donde convergen historia y naturaleza.

De jardín museo a patrimonio protegido

La última restauración profunda del parque data de 1994. Desde entonces, el espacio se gestiona como un jardín museo con acceso regulado. Actualmente, el Laberinto Vegetal está catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y se encuentra en proceso de ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), un reconocimiento que reforzará su protección y relevancia histórica.