Uber: la poderosa y feroz trasnacional que se come a los políticos

Las acciones ‘jodidamente ilegales’ de la organización criminal Uber





La empresa de transportes Uber desplegó una agresiva campaña de implantación en Europa, por la que recibió la ayuda de políticos europeos de primer nivel.

Así lo revelan los Uber Files, más de 124.000 documentos filtrados en el diario británico The Guardian que han sido analizados por más de 180 periodistas de 44 medios, integrantes del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

En España, forman parte el diario El País y la cadena de televisión La Sexta.

Los documentos están fechados entre 2013 y 2017, los años en los que empezó a ofrecer sus servicios en diversas ciudades europeas.

«Somos jodidamente ilegales»

La estrategia pasaba por irrumpir en los mercados sin cumplir con la normativa legal y, a partir de ahí, buscar la confrontación con el sector del taxi mientras se buscaba el apoyo de los gobiernos.

Una política de hechos consumados que consistía en desplegarse ilegalmente y conseguir implantarse antes de que las autoridades pudieran detener su actividad.

También por explotar la posible violencia contra los conductores de Uber en las protestas del sector del taxi, que ayudaría a la empresa a ser vista como víctima.

Las comunicaciones entre los máximos responsables de la compañía evidencian que eran conscientes de la ilegalidad de sus acciones.

Así, mientras un ejecutivo bromea diciendo que se han convertido en «piratas», otro admite: «Somos jodidamente ilegales».

Una ejecutiva dice que, ante la situación, es necesario «abrazar el caos».

Eran tan conscientes de la ilegalidad con la que actuaban que disponían de un «botón del pánico» para desconectar los servidores de la empresa e impedir su acceso en caso de que se produjera un registro policial.

Un «botón del pánico» que fue utilizado en varias ocasiones, al menos en seis países.

Doce políticos de la Comisión Europea

Entre los políticos que se reunieron secretamente con responsables de Uber se encuentra el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que entonces era ministro de Economía.

También Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea, que en 2016 se convirtió en presidenta del Consejo Asesor de Políticas Públicas de Uber.

El actual canciller alemán, Olaf Scholz, en cambio, resistió las presiones de Uber y defendió que los conductores debían cobrar un salario mínimo.

Paul Lewis, jefe de investigación de The Guardian, ha hecho un hilo en Twitter donde ha explicado algunos de los aspectos de esta filtración. Por ejemplo, que tienen mensajes de texto personales entre Emmanuel Macron y ejecutivos de Uber que revelan cómo fue la operación de la compañía de Silicon Valey para implantarse en Francia.

Entre el centenar de políticos europeos contactados hay al menos doce que formaban parte de la Comisión Europea. Todos mantuvieron en secreto los encuentros con los responsables de la empresa estadounidense.

En España, Uber trató de contactar directamente con Mariano Rajoy y con al menos tres ministros de su gobierno: Fátima Báñez, de Trabajo y Seguridad Social, Cristóbal Montoro, de Hacienda, y Ana Pastor, de Obras Públicas.

Todos niegan haberse reunido con ningún representante de la empresa.

En Catalunya, Uber estuvo a punto de contactar con Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat, y con el actual, Pere Aragonès, que presidía una comisión de estudio de la nueva economía colaborativa.

Aragonés admitió haber mantenido reuniones «puntuales», justificadas por los trabajos de la comisión.

Mas estuvo a punto de volar a California, en la sede de Uber, pero al final el viaje no pudo realizarse.

«Fotos de violencia en Barcelona»

Barcelona aparece mencionada directamente en los Uber Files. A raíz de las protestas de los taxistas de la ciudad contra Uber, Mark MacGann, director de Políticas Públicas para Europa, Oriente Medio y África, escribió, en un correo electrónico a los encargados de desarrollar medidas de presión: «Sería muy potente tener fotos de violencia en Barcelona, ​​de esta semana y también de otros incidentes».

Una estrategia repetida en todas partes: «Debemos mantener viva la narrativa de la violencia durante unos días», escribía un directivo de Uber en Países Bajos.

Y uno de Bélgica argumentaba: «Debemos utilizar esto a nuestro favor (…) la violencia en Francia ha llevado la cuestión al ámbito regulador».

Travis Kalanick, cofundador de Uber que estaba entonces al frente de la empresa, resumió esta estrategia en una conversación de WhatsApp: «La violencia garantiza el éxito».

Espionaje a los taxistas

Los Papeles de Uber desvelan que las asociaciones del taxi en España fueron espiadas por Uber y monitorizados los movimientos de sus dirigentes, como es el caso de Tito Álvarez, el cual recibió innumerables amenazas y cartas anónimas contra el y su familia.

Precisamente, Álvarez ha indicado hoy en una rueda de prensa que la junta directiva de Élite Taxi se va a reunir hoy con carácter de urgencia para ver las medidas a adoptar contra al Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), la cual mantiene abierto un expediente sancionador contra las asociaciones Élite Taxi y Taxi Project 2.0, presentado por Uber por acoso a la compañía.

El portavoz de Élite Taxi no descarta movilizaciones pidiendo la dimisión de la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Cani Fernández, la cual trabajó para Uber y aparece también en los Uber Files.