Cómo Uber, Cabify y Lyft, intimidan y embaucan su camino a la desregulación
En los últimos años, las compañías de transporte, principalmente Uber, Cabify y Lyft, han convencido a los legisladores en la gran mayoría de países para que anulen se adelanten a las regulaciones locales y despojen a los taxistas de sus derechos.
La velocidad y la eficacia del uso de esta estrategia por parte de la industria, conocida como interferencia estatal, no tiene precedentes.
En un informe realizado por Rebbeca Smith, del área legal de la oficina de Derechos laborales en Nueva York, describe como estas empresas emergentes han podido convencer a los gobiernos de que desregulen su industria de manera rápida y agresiva y cómo ha impactado su éxito.
El informe busca armar a los legisladores y al público con conocimientos y herramientas para comprender y abordar este fenómeno, proteger a las comunidades más afectadas por esta industria y defender la democracia.
Los análisis exhaustivos de estudios, revelan que la estrategia de las empresas transnacionales ha sido crear crisis políticas en las localidades, donde tradicionalmente se ha regulado el transporte por contrato, y luego trasladar a los legisladores estatales a resolver la crisis manufacturada a través de la interferencia estatal.
Los estudios de caso detallan las tácticas de «irrumpir, comprar, intimidar y embaucar» que usan las compañías para avanzar en esta estrategia y los impactos en los conductores.
Interferencia estatal
En Estados Unidos, estas empresas han adoptado con éxito la interferencia estatal, una práctica legislativa antidemocrática favorecida por las industrias de armas y tabaco y popularizada por el ultraconservador Consejo de Intercambio Legislativo Americano (ALEC), para reescribir la ley.
Las empresas disruptivas han asegurado la ley estatal preventiva en varios estados.
Los legisladores en 41 de estos estados han aprobado leyes que han eliminado parte o la totalidad de la capacidad de las localidades para establecer sus propios estándares para la industria de las empresas transnacionales.
La anticipación tiene un tremendo impacto en el transporte local y en gran medida desregula la industria en su conjunto.
Asimismo, esta interferencia es una estrategia política iniciada por la industria del tabaco y la Asociación Nacional del Rifle y empleada agresivamente por el Consejo ultraconservador de Intercambio Legislativo Americano (ALEC) y otros grupos de interés corporativo, como la Asociación Nacional de Restaurantes y, más recientemente, TNC Uber y Lyft.
Además, hay una serie de conexiones que vinculan la industria TNC (Compañías de redes de transporte) y ALEC.
La interferencia estatal es un medio para reescribir la ley de empleo
Si bien la acción estatal sobre las empresas transnacionales a menudo se caracteriza como una solución a un «mosaico» de leyes locales, de hecho, las empresas transnacionales pueden perseguir la interferencia estatal en parte porque los legisladores estatales pueden abordar uno de sus objetivos políticos principales: reescribir la ley sobre el estado de los empleados.
Al reescribir la ley, se eximen de una miríada de protecciones laborales,
Salario mínimo, seguro de desempleo, compensación de trabajadores, contratación de justa oportunidad, baja por enfermedad remunerada donde existan, y derecho a un sindicato colectivo.
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