Norte de Europa: el nuevo imán para quienes buscan algo más que turismo

El norte de Europa se está consolidando como uno de los destinos preferidos por los viajeros españoles que desean escapar de lo convencional: naturaleza agreste, cielos oscuros, fenómenos naturales únicos… todo mezclado con una oferta de bienestar, desconexión y aventura. En ese contexto, las auroras boreales se han convertido en el símbolo perfecto de esa búsqueda.

Este fenómeno celestial ya no es solo una atracción de nicho; más de la mitad de quienes practican turismo astronómico en España lo ponen como prioridad principal.

Un fenómeno en alza: lo que se sabe sobre las auroras

  • En 2023, el turismo vinculado a las auroras boreales generó más de 800 millones de euros en todo el mundo.
  • Se prevé un crecimiento anual de cerca del 10 % hasta 2030, lo que sugiere que este tipo de viajes seguirá ganando atractivo.
  • Una razón de peso: estamos cerca o entrando en un máximo solar, un período del ciclo solar en que las tormentas solares son más frecuentes, aumentando la intensidad, duración y latitud de visibilidad del fenómeno. Eso mismo hace que auroras que normalmente se ven solo en latitudes muy altas ahora puedan observarse en lugares más “bajos”.

Dónde verlas y cuándo

Destinos destacados

  • Tromsø (Noruega): con cielos oscuros y espectaculares escenas naturales, combina acceso relativamente fácil, buena infraestructura turística y una alta frecuencia de noches de aurora.
  • Laponia (Finlandia): especialmente el lago Inari, donde el cielo nocturno está libre de contaminación lumínica, y ciudades como Rovaniemi que tienen mucho encanto incluso fuera de la actividad celestial.
  • Islas Lofoten (Noruega): paisajes dramáticos con fiordos, montañas, costas escarpadas y poca luz artificial, lo que las convierte en un escenario ideal.
  • Islandia: localidades como Akureyri, Isafjordur o Húsavík ofrecen combinaciones de aurora con otros atractivos naturales como géiseres, aguas termales o volcanes.
  • Svalbard: por su cercanía al Polo Norte y su naturaleza salvaje, es una apuesta segura, aunque implica logística especial.
  • Abisko (Suecia): dentro de un parque nacional, con condiciones climáticas favorables y alojamientos orientados al turismo sostenible.

Mejor momento y condiciones

  • La “ventana de aurora” suele abrirse entre las 22:00 y las 02:00 de la madrugada.
  • Temporada recomendada: desde alrededor de septiembre hasta abril, dependiendo del destino.
  • Cielos despejados, poca contaminación lumínica y estar fuera de núcleos urbanos grandes favorecen mucho la visibilidad.

Más allá de la aurora: bienestar, sostenibilidad y experiencia total

El interés por ver auroras no va solo por el espectáculo visual: forma parte de una tendencia mayor hacia viajes con propósito, más pausados, que buscan reconectar con la naturaleza, desacelerar y recuperar la salud mental.

Experiencias complementarias:

  • termas y baños geotermales, muy típicos en Islandia
  • paseos con trineo, excursiones en glaciares, safaris de renos o kayak
  • spas, saunas y alojamientos con un enfoque sostenible, muchas veces situados en entornos naturales con mínimo impacto ambiental

Tecnología, redes sociales y efecto multiplicador

Un factor crucial en la “explosión” del interés por las auroras es cómo la tecnología facilita captarlas y compartirlas:

  • cámaras de móviles cada vez más sensibles al entorno nocturno, lo que permite captar colores y movimientos que antes solo obtenían equipos profesionales
  • redes sociales y plataformas de imágenes que amplifican el deseo de ver algo extraordinario, o de mostrar que uno ha estado allí
  • búsquedas en Google que han registrado un aumento récord en España durante 2024 para el término “auroras boreales”

Posibles visibilidad en latitudes “inusuales”

Un hecho interesante: últimamente las auroras boreales se han visto desde lugares que normalmente no se consideran zona de observación frecuente.

  • En España se han registrado auroras visibles en Asturias, Cataluña, Castilla y León e incluso en las Islas Canarias.
  • La razón es la combinación de mayor actividad solar y, en algunos casos, condiciones climáticas que favorecen la claridad del cielo.

Se espera que el máximo solar se alcance en 2025, lo que podría llevar estos espectáculos más al sur de lo habitual.

Las auroras boreales ya no son un asunto exclusivo de los curiosos del cosmos o los exploradores: son una de las tendencias más fuertes en turismo natural y experiencial. Su creciente popularidad responde a una confluencia de factores: fenómeno natural espectacular, bienestar, sostenibilidad, tecnología y deseo de desconexión.

Para quienes planean un viaje, la combinación ideal parece ser:

  • elegir un destino del norte con buenas infraestructuras turísticas, pero alejado de la contaminación lumínica
  • viajar entre otoño e invierno (septiembre-abril)
  • usar vehículo propio o alquilado para llegar a zonas remotas si se quiere maximizar la visibilidad
  • reservar alojamiento sostenible para hacer de la estancia algo más completo

Y lo más importante: la paciencia. Las auroras son impredecibles y dependen del clima, de la actividad solar y de factores locales. Pero cuando aparecen… la experiencia bien vale el esfuerzo.