Barcelona dedica una placa al poeta Jaime Gil de Biedma en la casa donde vivió

Barcelona dedica una placa al poeta Jaime Gil de Biedma en la casa donde vivió

El Ayuntamiento de Barcelona ha dedicado una placa al poeta Jaime Gil de Biedma en la fachada del edificio donde vivió, en la calle Pérez Cabrero número 6 del barrio de Sant Gervasi-Galvany del distrito de Sarrià Sant Gervasi.

La placa amplía el Mapa Literario de la ciudad de Barcelona, que señaliza los lugares vinculados a los escritores más destacados y rinde homenaje a su memoria.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha presidido el acto al que han asistido también Joan Subirats, teniente de alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad; Albert Batlle, concejal del distrito de Sarrià-Sant Gervasi e Inés García-Albi, sobrina del poeta, en representación de la familia Gil de Biedma.

Jaime Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1990) es uno de los poetas catalanes en lengua castellana más destacados del siglo XX. Es el representante más leído y emblemático de la llamada Generación del 50, a la que pertenecen también poetas como Gabriel Ferrater, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Ángel Crespo o Gloria Fuertes, narradores como Juan Marsé, Ignacio Aldecoa, Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, Carmen Laforet o Carmen Martín Gaite.

Como ha recordado la alcaldesa, Ada Colau, durante el acto de descubrimiento, «nuestra ciudad tenía una deuda de gratitud con él», y la placa supone «Un acto de reconocimiento y justicia por todo lo que nos ha dado. Es muy importante poner en valor la grandeza de la obra de Gil de Biedma y explicarlo a toda la ciudadanía».

Barcelona dedica una placa al poeta Jaime Gil de Biedma en la casa donde vivió

Poesía social por mala conciencia

Licenciado en derecho y empleado de la Compañía de Tabacos de Filipinas, dotado de una gran inteligencia y cultura, seductor, cosmopolita y enormemente curioso, Jaime Gil de Biedma disfrutó de una infancia privilegiada. Su familia formaba parte de la alta burguesía, una circunstancia que despertaba sentimientos ambivalentes en el autor.

Se refería a él mismo ya su núcleo de amigos escritores más cercanos, entre los que Carlos Barral o José Agustín Goytisolo, como «Señoritos de nacimiento; escritores, por mala conciencia, de poesía social». En palabras de la también escritora y amiga Carme Riera, asumía su rol con la contradicción de «saber que se es burgués, no renunciar a serlo, pero vivirlo con mala conciencia».

La conciencia social de Gil de Biedma se despertó a raíz de su primer viaje profesional a Filipinas y culminó en su primer libro de poemas, Compañeros de viaje. Con su círculo más cercano, que Carme Riera bautizó como la Escuela de Barcelona, compartía también el sentimiento antifranquista y el deseo de democracia.

Quiso afiliarse al Partido Comunista, pero fue vetado debido a su homosexualidad. Este hecho, junto con la constatación de la fortaleza de la dictadura, desencantó el autor y su compromiso social, y decantaron su poesía hacia el individualismo.

Entre la autobiografía y el paso del tiempo

Gil de Biedma se inició de manera tardía en la escritura, estimulado por el consejo de quien fue su profesor en la facultad de Derecho, Fabián Estapé, y además de la poesía cultivó el ensayo, el dietario y la crítica. Su poesía, así como su producción ensayística, están muy influenciadas por la lírica inglesa, de la que era un gran conocedor.

Auden y TS Eliot son dos poetas con una gran huella en su obra. Pero Gil de Biedma es sobre todo un autor influenciado por su propia vida: «En mi poesía sólo hay dos temas: el paso del tiempo, y yo», declaraba. Un viaje introspectivo presente en todos sus escritos, que se condensan principalmente en tres títulos: Las personas del verbo (poesía), Al pie de la letra (ensayos) y Retrato del artista en 1956, ampliación y versión definitiva de Diario del artista seriamente enfermo que por voluntad del autor se publicó después de su muerte.

Una nueva placa que hace crecer el Mapa Literario de Barcelona

Desde Barcelona Ciudad de la Literatura de la UNESCO se desarrolla el Mapa Literario de la Ciudad, una cartografía que señaliza espacios vinculados a escritores de todas las épocas.

Las casas donde vivieron, las bibliotecas que frecuentaron, los rincones importantes para sus biografías. La placa de homenaje a Gil de Biedma amplía ahora este mapa, al que hace sólo unos días se incorporó también la poeta Felicia Fuster en el centenario de su nacimiento. Dos nuevas incorporaciones que amplían hasta más de medio centenar las placas literarias repartidas por toda la ciudad.

Barcelona dedica una placa al poeta Jaime Gil de Biedma en la casa donde vivió