Agbar reconoce que cobró 7,3 millones de más en el recibo del agua

Agbar reconoce que cobró 7,3 millones de más en el recibo del agua

El confinamiento de la primavera tuvo efectos no deseados que, además, afectan el bolsillo de los ciudadanos.

La teniente de alcaldía de Derechos Sociales de Barcelona, Laura Pérez, consideró que había mala intención por parte de Aguas de Barcelona para vincular la subida del último recibo del agua a la nueva tasa de residuos municipal del Ayuntamiento de Barcelona.

En principio se especuló en que la culpa de este desfase la tenía el Ayuntamiento de Barcelona, pero ahora, Agbar reconoce el ‘error’.


Colau anuncia un decreto para instar a Agbar a revisar el aumento en el recibo del agua

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4 de septiembre de 2020


Durante el cierre total, la empresa mixta Aguas de Barcelona, ​​controlada por Agbar, dejó de hacer lecturas de los contadores.

Por ello, muchos abonados se les hizo una lectura estimada. Pero con la desescalada se volvieron a leer los contadores y, en muchos casos, como que la gente estaba en casa, la factura mostró un consumo superior a la habitual.

Esto es importante en el recibo del agua, porque el precio del metro cúbico se divide en tramos y, cuando se cambia de tramo, el coste final se encarece mucho.

En esta lectura de después del confinamiento eso es lo que les pasó a muchos abonados, con otra consecuencia añadida: el IVA, el canon del agua y el canon de saneamiento se calculan sobre el total de la factura y, por tanto, también se encarecieron.

Una disfunción que Aguas de Barcelona se ha comprometido a resolver dividiendo este consumo extra que hacía cambiar de tramo durante los meses de confinamiento y deduciendo los recibos siguientes el que se había cobrado de más.

Ahora la compañía concesionaria ha cuantificado lo cobrado de más: 7,34 millones de euros.

De esta cantidad, 1,66 millones corresponden al consumo de agua, 4,33 millones al canon de agua, 772.049 euros a la tasa de alcantarillado de Barcelona ciudad y 608.239 euros al IVA.

Esta incidencia afectó abonados de Barcelona y de toda el área metropolitana, por lo que la AMB dictó un decreto en septiembre que establecía «recalcular las facturas emitidas con un consumo estimado, repartiendo linealmente la diferencia de consumo durante todo el periodo global de facturación y regularizando la diferencia en la próxima factura».

Durante el confinamiento se dio una situación que afecta de forma diferente a los usuarios. En promedio, como que los ciudadanos no salíamos mucho de casa, el consumo doméstico aumentó alrededor del 7%. Pero la lectura estimada no se hizo a todos los abonados, sino poco más de la mitad.

En el área metropolitana hay 1,43 millones de contadores, pero un 42% (poco más de 605.000) tienen telelectura, es decir, la lectura es automática y real cada mes. El otro 58% de los abonados son los que sufrieron este problema.

De este 58%, según el estudio que ha hecho Aguas de Barcelona, ​​se vieron afectados por el salto de tramo cuando se hizo la lectura real poco más de 340.000 abonados, es decir, un 23% del total.

Agbar reconoce que cobró 7,3 millones de más en el recibo del agua