Un “adoquín de memoria” recuerda a Joaquín Pastor, vecino de Ciutat Vella deportado a los campos nazis
Desde el 8 de mayo una Stolpersteine recuerda a Joaquín Pastor , represaliado por el nazismo, en la Rambla del Raval 36, en Ciutat Vella. Éste fue su último domicilio antes de marcharse al exilio cuando todavía era la calle Sant Jeroni 36 antes de la construcción de la Rambla del Raval.
El proyecto de los adoquines de memoria se lleva a cabo conjuntamente con centros educativos de Barcelona. El acto lo ha organizado el Instituto Dolors Aleu de Sant Andreu con la participación de la profesora coordinadora del proyecto, el bisnieto de Joaquín Pastor y el alumnado que ha leído las cartas de Pastor. Han dicho unas palabras sobre el espíritu del proyecto Marifé Calderón, de la Dirección de Patrimonio Cultural y Àlex Rigol, miembro del Amical Mauthausen y, por parte del Instituto Dolors Aleu, Sonia Torres Planell.
Han asistido al homenaje la hija, nietas, nietos y bisnietos de Joaquin Pastor y vecinos de la finca muy emocionados que se han comprometido a velar por cuidar el adoquín. El acto ha terminado con la colocación de la placa y una ofrenda de rosas y velas.
Joaquín Pastor nació en Lorca, en la provincia de Murcia, el 7 de diciembre de 1900. Hacia 1915, la familia decidió ir a vivir a Barcelona. Aquí inició su vida profesional como zapatero y, en tiempos de la República, trabajó como policía. Se mantuvo fiel a la República y, como consecuencia, se marchó al exilio en Francia donde fue internado en el campo de Argelès.
Se apuntó a las Compañías de Trabajadores Extranjeros. En junio de 1940 el ejército alemán le hace prisionero y es detenido en el Frontstalag 21-A y posteriormente en el Stalag VD. El 11 de diciembre salió del Stalag y fue deportado a Mauthausen. El 24 de enero de 1941 le trasladaron a Gusen y fue asesinado el 4 de enero de 1943.
Stolpersteine, adoquines de memoria
Las Stolpersteine son una propuesta del artista alemán Günter Denmig, surgida en los años noventa en el marco de la reunificación alemana, que toma un enfoque micro sobre lo memorial, en contraposición con los grandes complejos memoriales característicos de buena parte de Europa. En la actualidad, hay más de 100.000 adoquines de memoria en una veintena de países.
En Barcelona el proyecto lo han impulsado la concejalía de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Educación de Barcelona, Amical Mauthausen y Amical Ravensbrück dirigido a los alumnos de los institutos públicos de la ciudad.
Con este proyecto se pretende potenciar la dimensión comunitaria y educativa de la memoria. En 2022 tres institutos participaron en la prueba piloto y el proyecto se ha consolidado en 2023 con la participación de nueve institutos que han colocado 12 placas. A lo largo de 2023 y 2024 se colocarán 10 más.