Los taxistas preparan una protesta en el aeropuerto de Barcelona contra Uber y Cabify
Las asociaciones de taxistas Élite Taxi, Anget y Friends Taxi han anunciado una protesta el próximo martes 2 de septiembre a las 10:00 horas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. La concentración tendrá lugar en la zona de encochamiento de la Terminal T1, un espacio que, según los convocantes, se ha convertido en un “carril VIP” para Uber y Cabify.
Cambio de fecha tras la denegación administrativa
La protesta estaba inicialmente prevista para este viernes, pero tuvo que posponerse tras la denegación de los permisos de manifestación por cuestión de plazos administrativos.
Las asociaciones explican que han preferido reformular la convocatoria con más antelación para garantizar la legalidad de la protesta y proteger la integridad económica de los organizadores.
Los taxistas advierten: Vamos a paralizar de nuevo la Gran Vía
Violencia y conflictos con los VTC
En su comunicado, los taxistas denuncian que solo en agosto se han registrado cinco agresiones graves vinculadas a conductores de VTC, vehículos pirata e incluso taxistas captadores ilegales.
“Estas prácticas representan un grave riesgo para la seguridad de los pasajeros y la convivencia en el sector del transporte”, alertan los colectivos.
Acusaciones contra Uber por manipulación de tarifas
Otro de los motivos centrales de la protesta es la acusación directa a Uberde falsear las tarifas de precio cerrado en su aplicación.
Según los taxistas, la compañía infla los precios de forma sistemática en beneficio de las VTC y en perjuicio de los clientes y del sector del taxi.
“Uber manipula el precio del servicio del taxi y, sin embargo, desde el regulador no se actúa”, señalan los convocantes.
Tensión con Aena: zona VIP para VTC en el aeropuerto
La protesta también pondrá el foco en la zona habilitada por Aena en la T1, donde, según los taxistas, acceden vehículos de Uber y Cabify sin autorización urbana para operar en Barcelona.
Para las asociaciones convocantes, esta situación supone un agravio comparativo: mientras al taxi se le exige cumplir estrictamente la normativa, las VTC disfrutarían de una especie de “barra libre” en un espacio privilegiado del aeropuerto.