Los promotores del Hermitage quieren hacer un museo en Hospitalet

Los promotores del Hermitage quieren hacer un museo en Hospitalet

El fondo de inversión Varia Investment Cultural que tuvo que abandonar el proyecto del Hermitage en la Barceloneta, quiere ahora convertir la antigua fábrica textil Godó i Trias en un museo inmersivo.

El edificio modernista se encuentra abandonado en el barrio de Santa Eulalia de L’Hospitalet de Llobregat, en un sitio estratégico, ya que está muy cerca de la Fira Barcelona Hospitalet.

Este jueves el ayuntamiento de Hospitalet ha abierto el proceso de licitación para la rehabilitación de la fábrica.

Según han informado los promotores, la reforma del edificio correría a cargo de los arquitectos RCR de Olot, con una inversión de más de 50 millones de euros para el museo en Hospitalet.

Los vecinos en contra del proyecto

La Associació de Veïns del barri de Santa Eulàlia, donde está ubicada la fábrica, no está de acuerdo con la propuesta. Se quejan de que el gobierno municipal tiene abandonada la fábrica y de que no rehabilita el patrimonio. Además, han expuesto carencias en lo que se refiere al polideportivo y la biblioteca y lo califican de «desolador».

También replicaron opiniones de un activista social de L’Hospitalet que lamenta que se pueda dejar el edificio «en manos privadas».

El proyecto fallido del Hermitage

En mayo de 2021, después de rechazar varias solicitudes de planificación de la autoridad portuaria, el ayuntamiento solicitó tiempo adicional para revisar una nueva propuesta de museo. Sin embargo, la junta del puerto ignoró la solicitud y aprobó el plan Hermitage.

Un mes después, el consejo de la ciudad se opuso al esquema, diciendo que sobrecargaría el transporte público en la Barceloneta.

En enero de este año la sociedad impulsora del Hermitage en Barcelona dieron definitivamente por cerrado el proyecto paralizando los gastos fijos que mantenían para sacar adelante el proyecto, tras la negativa del consistorio a conceder la licencia.

La llegada del Hermitage a la capital catalana se inició hace más de diez años y contemplaba una inversión de 52 millones de euros. El museo debía incorporar el fondo del Hermitage de San Petersburgo, con el que firmó un convenio de colaboración durante 50 años.