El Eixample recupera la memoria de la antigua sede de la Unió Cooperatista Barcelonesa

El Distrito del Eixample recupera la memoria de la antigua sede de la Unió Cooperatista Barcelonesa

El distrito del Eixample ha celebrado hoy un acto de recuperación de la memoria de la antigua sede de la Unió Cooperatista Barcelonesa, ubicada en la calle conde de Urgell, 176. El concejal del Eixample Pau González ha participado en la acto de descubrimiento del atril en memoria de este edificio exponente del potente movimiento cooperativista de la ciudad.

El acto ha contado con la participación de Marc Dalmau, historiador y profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona, ​​que ha hecho un repaso a la historia de la Cooperativa y también del proceso de recuperación de su memoria poniendo de relieve la importante tarea del vecindario y las asociaciones del barrio de la Esquerra del Eixample.

La historiadora Mercè Tatjer también ha glosado el papel que tuvo el edificio en el contexto de los valores sociales, políticos y educativos de sus socios en el mundo cooperativo de la ciudad de antes, y como modelo y soporte para el mundo actual y futuro.

El edificio de la Unió Cooperatista Barcelonesa se fundó en 1927 de la fusión entre dos cooperativas vecinas, El Rellotge (1901) y La Dignidad (1903) y, se instaló en el inmueble del Eixample a partir de 1931. Entre otras salas, incluía un café, un horno de pan y una biblioteca. El edificio es un exponente del potente movimiento cooperativista de la capital. El inmueble disponía de una gran sala de actos, donde se celebraron mítines y actos de personalidades ilustres del primer tercio del siglo XX.

La sede de la antigua Unió Cooperatista Barcelonesa se catalogará gracias a la presión popular. La ciudadanía se organizó después de que la iglesia, propietaria del inmueble, llegara a un acuerdo con el Hospital Clínic para derribar el edificio y realizar un centro de investigación. La movilización ha tenido sus frutos y la finca no irá al suelo, ya que el informe histórico avala que se conserve, si bien aún está por conocer el alcance de los elementos a conservar.

Previamente al descubrimiento del atril, las autoridades y miembros de la Plataforma Salvem la Unió Cooperatista Barcelonesa han realizado una visita al interior de la finca, que hasta hace cerca de un año, acogía la parroquia de San Isidoro.