Aprobada la regulación para los quioscos, que amplía su oferta de productos

Barcelona aprueba definitivamente la nueva regulación para los quioscos, que amplía su oferta de productos y servicios

La Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento ha dado luz verde al nuevo pliego de cláusulas que regirá el funcionamiento de los quioscos en la vía pública de Barcelona, especializados en la venta de diarios, revistas, libros y otras publicaciones periódicas. Entre los principales cambios destaca la ampliación de productos y servicios que estos establecimientos podrán ofrecer, manteniendo siempre como actividad principal la venta de prensa. Esta actualización responde a una demanda del sector, con el objetivo de asegurar su viabilidad en el futuro.

Con la próxima publicación de la normativa en el Boletín Oficial de la Provincia, esta entrará en vigor. El nuevo pliego estará vigente hasta 2030 y regulará todos los quioscos de la ciudad, exceptuando los 11 ubicados en La Rambla, que seguirán gestionados bajo un sistema de licencia.


Principales modificaciones en el pliego de los quioscos

Reducción del espacio dedicado a publicaciones

Anteriormente, los quioscos debían destinar el 80% de su espacio a la exposición de diarios, revistas y libros. Con la nueva normativa, ese porcentaje se reduce al 51%, permitiendo que el 49% restante se destine a otros productos. A pesar de esta flexibilización, se garantiza que la venta de publicaciones periódicas siga siendo la actividad central. El pliego también mantiene la restricción de que solo el 20% del espacio no dedicado a prensa pueda utilizarse para exhibir productos como souvenirs o recuerdos.

Ampliación de los productos permitidos

Otra novedad destacada es la posibilidad de que los quioscos comercialicen nuevos productos, como café para llevar y alimentos envasados que no requieran manipulación. Para el caso del café, se especifica que solo podrá ser café de máquina, sin que se permita su manipulación manual. Además, se permitirá la venta de agua y refrescos, con la prohibición absoluta de cualquier tipo de bebida alcohólica.

Restricciones en el uso del espacio público

El pliego establece que no se podrán habilitar espacios adicionales ni mobiliario, como barras, sillas o mesas, para el consumo de los productos autorizados en las inmediaciones de los quioscos. Esto garantiza que los nuevos productos no alteren el uso habitual del espacio público en torno a estos establecimientos.

Flexibilidad en los horarios de apertura

Hasta la modificación del pliego, los quioscos estaban obligados a abrir un mínimo de ocho horas diarias, con horarios preferentes de 7:00 a 15:00 horas de lunes a sábado, y de 8:00 a 15:00 horas los domingos. La nueva normativa introduce un horario mínimo de apertura de 9:00 a 14:00 horas todos los días, aunque se permitirá cierta flexibilidad en función de la ubicación del quiosco, previa solicitud del titular y con aprobación del Ayuntamiento.

Mejoras en la gestión administrativa

El pliego también aborda aspectos que hasta ahora no estaban claramente regulados, como el plazo máximo de seis meses para la transmisión de la titularidad en caso de fallecimiento del titular. Asimismo, se define que el órgano encargado de tramitar sanciones y resolver situaciones de incumplimiento será la Alcaldía o el organismo delegado para estas funciones.


Nuevas oportunidades para los quioscos

Estas modificaciones se suman a otras medidas ya aprobadas en septiembre de 2022, como la posibilidad de instalar cajeros automáticos o buzones para la entrega de mercancías en los quioscos, ampliando así las actividades permitidas en estos espacios.

Actualmente, Barcelona cuenta con 287 quioscos en la vía pública, una cifra que ha disminuido en 51 unidades desde 2018. De los quioscos existentes, 253 tienen adjudicación vigente, 25 están vacantes y 9 forman parte de un proyecto gestionado por la cooperativa del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD).


Modernización y protección del sector

Con esta actualización normativa, el Ayuntamiento de Barcelona busca adaptar los quioscos a las necesidades del siglo XXI, protegiendo a los quiosqueros y brindándoles nuevas oportunidades para mantener su actividad en el medio plazo. Al mismo tiempo, se abre la posibilidad de que estos espacios de propiedad municipal puedan ser utilizados para ofrecer servicios de interés ciudadano, ampliando así su utilidad social.

Este cambio pretende no solo preservar la figura del quiosquero, sino también potenciar la relevancia de estos espacios como parte de la infraestructura de servicios públicos en la ciudad.