Detenido por estafar a usuarios mientras fingía ayudarlos en la compra de billetes del Metro

Detenido en el metro de Barcelona un hombre que estafó a seis personas fingiendo ayudarles a comprar billetes

Los Mossos d’Esquadra han detenido a un hombre de 46 años acusado de al menos seis delitos de estafa cometidos en distintas estaciones de la línea 3 del metro de Barcelona entre el 14 de septiembre y el 23 de octubre. El detenido actuaba ofreciéndose a ayudar a los pasajeros en la compra de billetes o recargas de transporte, aprovechando el momento para realizar extracciones fraudulentas de dinero en cajeros situados junto a las máquinas expendedoras.

Detención en la estación de Drassanes

Tras varias semanas de investigación, los agentes de la Unidad de Investigación del Área Regional del Transporte Urbano lograron acreditar la participación del sospechoso en cinco estafas con un importe total cercano a los 2.000 euros.

El 23 de octubre, los investigadores establecieron un dispositivo de localización que permitió ubicar al individuo en la estación de Drassanes, donde fue detenido in fraganti antes de cometer una nueva estafa.

La colaboración entre los Mossos, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y el personal de seguridad privada fue clave para detectar al sospechoso y realizar un seguimiento en tiempo real que culminó con su arresto.

Antecedentes y medidas judiciales

El detenido, con ocho antecedentes policiales previos, pasó a disposición judicial el 25 de octubre. La autoridad competente ha dictado una orden de prohibición de acceso a todas las instalaciones del metro de Barcelona.

Un delincuente reincidente con un modus operandi repetitivo

Según la investigación, se trata de un delincuente habitual con alto riesgo de reincidencia, que actuaba principalmente en espacios del transporte público. Su método consistía en merodear por los vestíbulos de estaciones donde hubiera cajeros automáticos próximos a las máquinas de venta de billetes, observando a posibles víctimas, generalmente personas mayores o turistas con dificultades de idioma.

Una vez elegida la víctima, el estafador se acercaba con una actitud amable y se ofrecía a ayudar en la compra o recarga de la tarjeta. Posteriormente, las dirigía al cajero automático y las convencía para introducir su tarjeta y código PIN. En cuestión de segundos, ordenaba una extracción de dinero, devolvía la tarjeta y simulaba haber finalizado la operación, mientras sustraía los billetes que salían del cajero antes de abandonar el lugar.