Rubiales condenado a 10.800 euros de multa por el beso a Hermoso

Condena de 10.800 euros de multa a Luis Rubiales por el Beso a Jennifer Hermoso

La Audiencia Nacional ha emitido una condena contra Luis Rubiales por el beso a Jennifer Hermoso. La resolución del caso incluye una multa de 18 meses por un delito de agresión sexual, lo que se traduce en 20 euros diarios y un total de 10.800 euros. Además, Rubiales no podrá acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros ni comunicarse con ella durante un año.

Petición de La Fiscalía

La Fiscalía solicitaba una condena de dos años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual y coacciones. Sin embargo, este segundo delito ha sido desestimado en el caso de Rubiales, así como en el de otros implicados, como el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de fútbol de la selección masculina Albert Luque, y el exresponsable de marketing Rubén Rivera.

Para estos tres, la Fiscalía pedía año y medio de cárcel. La decisión del juez se ha tomado rápidamente: el juicio oral comenzó el 3 de febrero y se dictó sentencia el pasado viernes, menos de una semana después. Es importante mencionar que durante el juicio, Hermoso y su entorno evidenciaron las presiones para minimizar la gravedad del beso.

Defensa de los Implicados

Por su parte, los cuatro implicados defendieron su posición. Rubiales tuvo una de las comparecencias más tensas, enfrentándose constantemente a la Fiscalía y con el juez actuando como moderador. El expresidente de la RFEF sostuvo que hubo consentimiento y afirmó que se besaba «con todo el mundo» al celebrar un éxito: «Durante mi carrera me comí muchos compañeros a besos», declaró.

Su defensa planea presentar un recurso contra la sentencia. En contraste, Hermoso reiteró que nunca consintió el beso, afirmando: «No pude reaccionar en ningún momento». Durante su declaración en la Audiencia Nacional, expresó que se sentía completamente fuera de lugar, subrayando que un jefe no debe besar a su empleado en ningún ámbito social o laboral, y denunció las presiones que el juez finalmente no consideró como delito.