Ya está abierta la nueva plaza del Canòdrom con más espacios de juego y estancia, pero sin verde
El barrio del Congrés i els Indians, en el distrito de Sant Andreu, ya disfruta de la nueva plaza del Canòdrom. Una reforma que ha mejorado el espacio, convirtiéndolo en una zona ajardinada donde se promueven nuevos usos para los vecinos y vecinas del barrio y que da respuesta a una larga reivindicación de las entidades y vecindario del entorno. Las obras se han alargado durante más de un año y han supuesto una inversión total de 3,6 millones de euros.
La plaza del Canòdrom se encuentra limitada por las calles Riera de Horta, Concepción Arenal, Can Ros i Pardo y ocupa lo que era la antigua pista de galgos. La reurbanización ha actuado sobre un total de 8.425 m² y conserva su histórica pista con un circuito de tres metros de ancho. Para recuperar la memoria del edificio original y establecer de nuevo el vínculo entre las gradas y la pista, se ha originado un trazado curvo con pavimento de sablón que da continuidad al pavimento original y facilita esta conexión entre ambos elementos.
La nueva plaza ofrece diferentes espacios y zonas de usos, como un ágora para actos al aire libre, cuyo aforo se complementa con las gradas del equipamiento, y un área para perros de 489 m². Destaca también la superárea de juego infantil, de más de 863 m2, que ofrece diferentes posibilidades de juego y exploración para los niños. El elemento principal es una red de gran tamaño llena de actividades lúdicas para jugar por encima y por debajo, y también incluye una zona de excavadoras y un laberinto de troncos entre otros elementos de juego para todas las edades. Además, se ha instalado una cesta de baloncesto.
En cuanto a la superficie ajardinada, aunque debido a la sequía extrema los trabajos de plantación de vegetación no se han podido ejecutar en el plazo de obra, ocupará un espacio de 2.245 m² donde se garantizarán áreas de sombra. La vegetación tendrá un papel simbólico importante, ya que se ubicará en torno al nuevo contorno de la plaza y permitirá redescubrir y recordar la despejada pista de galgos antiguamente oculta detrás del muro perimetral.
En cuanto a la accesibilidad de la plaza, se garantiza a través de tres grandes entradas ubicadas en las calles perimetrales. Además, sillas, bancos y mobiliario urbano se han instalado a lo largo de los recorridos por lo que los caminos no son sólo ámbitos de circulación sino también de estancia.
El nombre de la plaza viene dado por el edificio del antiguo Canódromo, de Antoni Bonet y Josep Puig, del año 1964, que forma parte del Catálogo de Patrimonio Arquitectónico Histórico-Artístico de la Ciudad, y tiene una especial importancia dentro del barrio. El edificio del Canòdrom es una de las obras más singulares de Barcelona, y forma parte de un conjunto de obras de la arquitectura moderna que surge después de la guerra, puesto que es el único edificio con una estructura metálica singular en Barcelona que ha sobrevivido a esos años.
La calle de Can Ros se convierte en plataforma única
La calle de Can Ros dará continuidad a la plaza del Canòdrom convirtiéndose en una calle de plataforma única y accesible. Se invertirá el sentido de la circulación, que pasará a ser de la calle de Concepció Arenal a Pardo, de esta manera se minimizará el uso viario y se priorizará el paso peatonal mejorando la accesibilidad.
Además, se aprovechará la actuación para sustituir el mobiliario urbano, generar espacios de estancia agradables y se reubicará y ampliará la instalación del alumbrado.
Se prevé que las obras empiecen a lo largo del verano y se alarguen aproximadamente durante 6 meses, con una inversión total de 1,1 millones de euros.