Entran en funcionamiento dos nuevos radares de tramo en la C-16 en el Túnel de Vallvidrera
El Servei Català de Trànsit (SCT) pondrá en funcionamiento a partir del próximo lunes dos nuevos radares de tramo en la C-16 en el Túnel de Vallvidrera, uno en cada sentido de la circulación, con el objetivo de reducir su velocidad excesiva, así como la siniestralidad vial.
En concreto, se pondrán en marcha dos radares de tramo entre los puntos kilométricos 2,103 – 5,150 de la C-16 que controlarán la velocidad a lo largo de estos 3 km de longitud, en ambos sentidos. El límite máximo de velocidad permitido en todo el tramo controlado es de 80 km/h. En los últimos cinco años, desde 2019 hasta 2023, en el tramo afectado se han registrado 25 accidentes con víctimas, de los cuales 3 han sido mortales con 3 personas fallecidas. Este año, ha habido 4 accidentes con víctimas en este tramo, si bien ninguno ha sido mortal.
Con esta ampliación de la red viaria catalana equipada con dispositivos de control de velocidad, son ya 208 los kilómetros de la red viaria catalana controlados por este sistema de velocidad media. Con estos nuevos dispositivos, el conjunto de la red viaria catalana tiene ya 43 radares de este tipo instalados.
Funcionamiento de los radares de tramo
Este sistema de control de la velocidad media funciona a través de un equipamiento de reconocimiento de matrículas situado al inicio y al final del tramo controlado, que mide el tiempo de recorrido y calcula la velocidad media para determinar si se ha superado el límite máximo de velocidad permitido. Estos cinemómetros tienen el objetivo de prolongar el efecto de la reducción de velocidad durante varios kilómetros para realizar un espacio viario seguro.
Conviene destacar que el SCT también controla la velocidad excesiva a través de los radares fijos que registran una velocidad en una ubicación concreta y, en algunos puntos de la red viaria catalana, los Mossos d’Esquadra también realizan tareas de vigilancia con radares móviles. Este tipo de infracciones también se detectan a través del helicóptero de Tráfico.
Actualmente, y contando estos nuevos cinemómetros, en la red viaria catalana hay 248 puntos de control, de los que 43 son radares de tramo . Los radares están distribuidos tanto en vías principales como secundarias, siguiendo criterios de priorización de los puntos o tramos donde es necesario reducir la siniestralidad, demostrando que resultan efectivos como elementos disuasorios para disminuir la accidentalidad.
La velocidad excesiva es uno de los principales factores concurrentes de la siniestralidad vial. En Cataluña, en 2023 la velocidad excesiva o inadecuada intervino como causa en el 10,6% de los accidentes con víctimas en vías interurbanas, una cifra ligeramente inferior a la que se registró en 2019, un 11,6%.
A mayor velocidad, mayor riesgo de accidente y lesiones graves
En caso de accidente, se ha evidenciado que cuanto mayor es la velocidad de los vehículos, mayor es la violencia del impacto, se reduce notablemente la efectividad de los dispositivos de seguridad pasiva, como el cinturón de seguridad o el casco, y se incrementa, por tanto, el riesgo de mortalidad y de sufrir lesiones con secuelas graves permanentes. Es por ello que desde el Departament de Interior y desde el Servei Català de Trànsit, seguimos apostando por la presencia de radares en la red viaria catalana con el fin de disminuir la accidentalidad.
Los radares, junto con la vigilancia y las campañas intensivas de control de la velocidad que se realizan desde Mossos d’Esquadra y las Policías locales, son actualmente elementos fundamentales para la consecución de la llamada Visión Cero en cuanto a siniestralidad vial.