En marcha las obras de 42 viviendas protegidas en Poblenou

Barcelona impulsa nueva vivienda social en Poblenou

El Ayuntamiento de Barcelona, en colaboración con la Fundació Hàbitat3 y en Coyoacan, ha presentado un nuevo proyecto de vivienda social en el barrio de Poblenou, del distrito de Sant Martí.

Esta iniciativa surge del concurso de promoción delegada lanzado en 2019 y permitirá ampliar en 42 viviendas el parque público de la ciudad. El modelo se basa en una inversión de impacto, movilizando recursos privados para la construcción y gestión de estas viviendas en suelo público. Se prevé que las obras concluyan en verano de 2026.

Ubicación y características del proyecto

El proyecto se sitúa en la calle Badajoz, 11, en el terreno donde se encontraba la antigua fábrica de hielo de La Siberia. En esta manzana convivirán diferentes tipos de edificaciones, incluyendo oficinas, viviendas libres, rehabilitaciones y dos parcelas destinadas a vivienda protegida.

La promoción de La Siberia es la primera intervención de vivienda pública en la zona y contará con 42 pisos de alquiler social, cada uno con una superficie útil de 70 m², dos habitaciones dobles, comedor diáfano y cocina abierta. Se busca crear un entorno inclusivo, donde viviendas de protección oficial coexistan con viviendas destinadas a entidades sociales.

Este enfoque pretende fomentar la cohesión social y fortalecer la comunidad. Las familias podrán acceder a los pisos si están inscritas en el Registro de solicitantes de vivienda de protección oficial de Barcelona.

Presupuesto y financiación

La obra cuenta con un presupuesto de 7,9 millones de euros, con alquileres fijados en 6,63 €/m². Además, la promoción ha recibido financiación de los Fondos Next Generation, otorgados por la Agència de l’Habitatge de Catalunya, para la construcción de viviendas de arrendamiento social y eficiencia energética. Como contraprestación por la cesión del suelo, se ha establecido un canon de 1,2 millones de euros.

Declaraciones sobre el proyecto

En la presentación del proyecto, Laia Bonet, primera teniente de alcaldía, celebró la transformación de la antigua fábrica de hielo en un espacio lleno de vida. “Siberia es un ejemplo de colaboración entre administraciones, promotores privados y entidades sociales. Este proyecto demuestra que, con la participación de todos, podemos lograr impacto positivo para la ciudadanía”, afirmó Bonet.

Un modelo innovador de vivienda pública

Este proyecto es parte del modelo pionero que el Ayuntamiento impulsó en 2019, permitiendo que sociedades mercantiles desarrollen viviendas de precio asequible, sin perder la propiedad del suelo. Por primera vez, los promotores podían ofrecer precios inferiores al mercado y a la vivienda de protección oficial.

Gracias a este modelo, se amplía el parque de vivienda pública sin perder control sobre los inmuebles. El suelo se ha cedido por 75 años y, posteriormente, las viviendas pasarán a ser propiedad municipal. La Fundació Hàbitat3 gestionará los pisos con criterios sociales.

Este proyecto es parte del compromiso municipal para garantizar vivienda digna y asequible, además de promover la participación de diversos agentes para ampliar el parque público. En esta línea, dentro del Pla Viure, el Ayuntamiento lanzó en diciembre un concurso para la construcción de tres promociones protegidas con 350 viviendas de alquiler social.

Un proyecto sostenible y eficiente

Además del impacto social, el diseño del estudio de arquitectura Bosch Capdeferro apuesta por la sostenibilidad medioambiental. La construcción, liderada por Arcadi Pla, se lleva a cabo con un sistema industrializado de madera producido por Egoin, lo que reduce la huella ecológica y mejora la eficiencia energética.

El edificio contará con cubierta verde, una instalación fotovoltaica de 43 kW, un depósito de retención de aguas pluviales y un sistema para el aprovechamiento de aguas grises. También dispondrá de Districlima y un sistema de recogida de residuos orgánicos.

En cuanto al diseño arquitectónico, el edificio tendrá dos viviendas por rellano, lo que permitirá doble orientación y un menor consumo energético. La planta baja contará con una estructura porticada, inspirada en los pasajes tradicionales de Poblenou, mejorando la conectividad del barrio. Además, se incluirán dos locales comerciales, un aparcamiento para bicicletas y espacios destinados a instalaciones.