Barcelona impulsa un programa para alcanzar un parque de ciclomotores totalmente eléctrico en 2030
Barcelona da un paso firme hacia la descarbonización del transporte urbano, centrando sus esfuerzos en un sector que hasta ahora había quedado fuera de los planes públicos de renovación: los ciclomotores. El Ayuntamiento ha anunciado un nuevo programa de ayudas que se desarrollará entre 2026 y 2030 con el fin de sustituir los vehículos de combustión por modelos eléctricos de cero emisiones.
La iniciativa cuenta con un presupuesto inicial de 15 millones de euros, con capacidad para renovar hasta 20.000 ciclomotores e impulsar una red de estaciones de intercambio de baterías.
Ayudas económicas para la renovación del vehículo
El consistorio ha detallado que la ciudadanía podrá acceder a una subvención única de 600 euros para la compra de un ciclomotor eléctrico nuevo, siempre que se desguace un vehículo de combustión. Esta sustitución es un requisito imprescindible para acogerse al programa, que estará disponible para adquisiciones realizadas a partir del 1 de marzo.
De acuerdo con los precios actuales de mercado, el importe de la ayuda representa entre el 16% y el 40% del coste de un ciclomotor eléctrico. El proceso se simplificará al máximo: únicamente se exigirán los justificantes de compra y de desguace. Los depósitos gestionados por Barcelona de Serveis Municipals ofrecerán el desguace gratuito y emitirán el certificado necesario para solicitar la ayuda.

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Una medida para transformar el parque circulante
El objetivo municipal es renovar progresivamente la totalidad del parque de ciclomotores de combustión que circulan habitualmente por la ciudad. Actualmente Barcelona tiene registrados 32.000 ciclomotores, de los cuales se estima que 18.000 circulan de forma habitual.
De ellos, 24.000 son de combustión y alrededor de 8.000 ya son eléctricos. Según las estimaciones técnicas, los modelos de combustión generan unas 3.000 toneladas de CO₂ anuales, motivo por el que su sustitución resulta estratégica en la lucha contra el cambio climático.
Durante la presentación del programa, el alcalde Jaume Collboni destacó que Barcelona es una ciudad de motocicleta y quiere liderar la electrificación de la movilidad, subrayando la importancia de facilitar esta transición y garantizar que nadie quede atrás, especialmente los sectores con menor poder adquisitivo.
Refuerzo de la infraestructura de intercambio de baterías
El programa incorpora también una línea específica para fortalecer la infraestructura eléctrica mediante estaciones de intercambio de baterías. Este sistema, más adecuado para ciclomotores con baterías ligeras extraíbles, complementará la red existente de puntos de recarga municipales.
El Ayuntamiento destinará casi 3 millones de euros para apoyar la instalación de 64 nuevas estaciones de intercambio durante los próximos cuatro años. Cada punto podrá recibir hasta 45.000 euros de subvención, con un límite del 60% del presupuesto total, y deberá mantenerse operativo durante al menos cuatro años.
Un compromiso integrado en el Plan Clima
Todas estas actuaciones forman parte del Plan Clima, la estrategia municipal que prevé 1.800 millones de euros de inversión hasta 2030 en medidas de adaptación y mitigación del cambio climático. La meta es priorizar la salud pública, asegurar una transición ecológica justa y reducir más de un millón de toneladas de CO₂ en el plazo de cinco años.
El programa cuenta además con el respaldo del Observatorio de la Motocicleta, integrado por asociaciones como Anesdor, Motoristas por Barcelona y la P(A)T, alineadas con la necesidad de avanzar hacia la descarbonización del parque de motocicletas en la ciudad.






























