Barcelona impulsa la transformación definitiva de la avenida Meridiana hasta el Puente de Sarajevo
Barcelona avanza de forma decisiva en la remodelación de la Meridiana con la licitación del anteproyecto que definirá la nueva configuración del tramo comprendido entre el paseo de Fabra i Puig y la calle de Peñíscola, a la altura del puente de Sarajevo. Esta actuación permitirá extender los efectos positivos de la reforma ya ejecutada en otros puntos de la ciudad hasta el extremo norte de la avenida.
Un proyecto para coser barrios y mejorar el espacio urbano
La iniciativa busca mejorar la permeabilidad de la Meridiana, reducir las barreras físicas que actualmente separan los distritos de Nou Barris y Sant Andreu y favorecer una conexión más fluida entre ambos lados de la vía. Para ello, el anteproyecto definirá la sección definitiva de la avenida, propondrá soluciones para salvar los desniveles existentes y ordenará la distribución de zonas verdes, mobiliario urbano y alumbrado.
Reducción de carriles y apuesta por la movilidad sostenible
Uno de los ejes clave del proyecto es la disminución del número de carriles de circulación, lo que permitirá ganar superficie verde y ampliar el espacio destinado a peatones. Al mismo tiempo, se dará continuidad a las políticas de movilidad sostenible, reforzando el transporte público y la infraestructura ciclista, en coherencia con la transformación que ya se está ejecutando en otros tramos de la Meridiana.

Situación actual del tramo norte de la avenida
El tramo objeto de estudio tiene una longitud aproximada de 2,5 kilómetros, a la cota del distrito de Nou Barris, y presenta actualmente una configuración muy diversa. En sentido de entrada a la ciudad, la avenida dispone de entre tres y seis carriles, además de carriles bus diferenciados para servicios de alta capacidad y transporte urbano. En sentido de salida, la calzada central concentra varios carriles de tráfico general y un carril bus, mientras que en algunos tramos el tráfico local y los autobuses circulan por laterales deprimidos respecto a la calzada central.
Esta disposición, separada por muros y desniveles, dificulta la accesibilidad, la transversalidad y la conexión entre barrios, generando una barrera urbana que el nuevo proyecto pretende eliminar.
Participación vecinal y continuidad de las obras
Mientras avanzan las obras entre Felipe II y Fabra i Puig, donde ya se empieza a percibir la nueva fisonomía de la avenida, el Ayuntamiento prevé reunirse en enero con las entidades vecinales del entorno para explicar el contenido de la licitación y recoger aportaciones.
El objetivo final es que la transformación de la Meridiana se traduzca en más verde, más arbolado y cruces más amables, logrando una avenida que conecte mejor los barrios y mejore de forma significativa la calidad del espacio público.


































