Barcelona prohíbe las estufas de gas en las terrazas a partir de hoy, priorizando sostenibilidad y alternativas eléctricas
A partir de hoy, 1 de enero de 2025, el Ayuntamiento de Barcelona implementa la prohibición definitiva del uso de estufas de combustión de gas en las terrazas de bares y restaurantes, en cumplimiento de la Ordenanza de Terrazas aprobada en 2018. Esta normativa se diseñó con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a este tipo de dispositivos, promoviendo prácticas más sostenibles en el sector de la hostelería.
Opciones permitidas y periodo de uso
En sustitución de las estufas de gas, el consistorio autoriza únicamente las estufas eléctricas siempre y cuando estas respeten un límite de potencia de 150 W/m². Además, su uso estará restringido al periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 30 de abril, coincidiendo con los meses más fríos del año.
Sanciones e implicaciones legales
La instalación y uso de estufas de gas a partir de ahora será considerada como un incumplimiento normativo, sujeto a sanciones administrativas. Adicionalmente, cualquier autorización previa que permitiera la instalación de estos dispositivos se considerará automáticamente derogada con la entrada en vigor de esta medida.
Adaptación progresiva y diálogo con el sector
Desde la aprobación inicial de la ordenanza en 2018, el Ayuntamiento ha llevado a cabo campañas de sensibilización y consultas con los profesionales de la restauración para facilitar una transición progresiva hacia alternativas más sostenibles. Estas iniciativas han tenido como fin garantizar que los bares y restaurantes de la ciudad tuvieran tiempo suficiente para preparar la eliminación de las estufas de gas y explorar opciones como estufas eléctricas, calefactores por infrarrojos u otros medios respetuosos con el medioambiente.
Impacto ambiental y transición hacia la sostenibilidad
Con esta medida, Barcelona reafirma su compromiso con la sostenibilidad urbana y la lucha contra el cambio climático, alineándose con estrategias globales de reducción de la huella de carbono en entornos urbanos. Al eliminar las estufas de combustión de gas, la ciudad busca no solo reducir su impacto ambiental, sino también mejorar la calidad del aire para los ciudadanos y visitantes.
La restricción también supone un nuevo reto para el sector de la hostelería, que deberá balancear la acogida en sus espacios exteriores durante el invierno con soluciones eficientes y sostenibles. Sin embargo, la apuesta del consistorio por establecer normativas más verdes se enmarca en un proyecto más amplio de transformación hacia una Barcelona más ecológica y moderna, adaptada a las exigencias del futuro.