Un atril conmemora la primera manifestación a favor de la liberación sexual

Barcelona dedica un atril a la primera manifestación en 1977 a favor de la liberación sexual en el Estado

En el marco de la celebración del día por la liberación sexual y de género, este sábado ha tenido lugar el descubrimiento del atril de memoria en conmemoración de la primera manifestación del orgullo LGTBI del Estado, celebrada en la Rambla en el año 1977.

Instalado al final de la Rambla de Santa Mónica, lugar donde tuvo inicio la histórica manifestación, el acto ha estado presidido por el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, y ha contado con la participación de representantes de entidades LGTBI de la ciudad y del teniente de alcaldía y concejal del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, y del comisionado de Promoción de la Infancia, Adolescencia, Juventud y LGTBI, Javier Rodríguez.

El alcalde ha querido aprovechar el acto para recordar el anuncio de que Barcelona volverá a ser pionera en la defensa de los derechos de las personas LGTBI: “Será la primera ciudad del Estado que tendrá una ordenanza específica contra los delitos de odio y discriminación.”

La manifestación celebrada el 26 de junio de 1977 en la Rambla de Barcelona es considerada la primera manifestación del Orgullo LGTBI en España, simbolizando los inicios de la lucha por la defensa de los derechos civiles del colectivo. La Rambla se ha convertido desde entonces con el espacio de reivindicación del Día Internacional del Orgullo LGTBI en Barcelona. Por este motivo, las entidades del Consejo Municipal LGTBI de la ciudad propusieron la instalación de un atril en el lugar donde tuvo inicio la histórica manifestación y así conmemorar el evento.

Una manifestación histórica a favor de la liberación sexual

El día 26 de junio de 1977, pocos días después de las primeras elecciones democráticas desde la instauración de la dictadura y ocho años más tarde de los disturbios de Stonewall de Nueva York, el Frente de Liberación Gay de Catalunya (FAGC), todavía en la clandestinidad, convocó en la Rambla de Barcelona la primera manifestación a favor de la liberación sexual en España.

Esta marcha, reunida sin autorización del gobierno, seguía la estela de las reivindicaciones del Gay Liberation Front americano. Así, bajo el lema “Por una sexualidad libre, derogación de la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social” , se inició la lucha de la comunidad por pedir la retirada de la Ley de Peligrosidad Social, la amnistía de los y las activistas encarceladas, y la legalización del propio Frente de liberación gay de Cataluña (FAGC).

Durante el franquismo, miles de personas fueron reprimidas por su orientación sexual. La Ley de peligrosidad y rehabilitación social (1970), como antes lo había sido la Ley de vagos y maleantes (1954), era uno de los instrumentos jurídicos del régimen destinados a la represión y control de las personas que practicaran la homosexualidad, consideradas como «sujetos peligrosos» y elementos «antisociales», y para las que se establecían penas de hasta cinco años de prisión o internamiento psiquiátrico.

Esta manifestación, que reunió a más de 5.000 personas, contó con el apoyo de diferentes activistas procedentes del movimiento feminista, los movimientos vecinales, movimientos obreros, estudiantiles, sindicatos y partidos políticos, así como personas heterosexuales comprometidas con la lucha antifranquista y antirrepresiva. Entre los lemas y los eslóganes que se proclamaron se encontraban el: «Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos», «Mi cuerpo es mío y hago con él lo que me da la gana», «¡Amnistía sexual!» o “¡No somos peligrosos!”.

La marcha se inició en las Drassanes y subió Rambla arriba hasta ser fuertemente reprimida para las fuerzas de orden público justo antes de llegar a la fuente de Canaletes; cebándose principalmente, según los testigos, con transexuales y travestis. Por último, la manifestación acabó con 3 manifestantes heridos y una persona detenida. Esta marcha reivindicativa empezó a mostrar la fuerza del movimiento LGTBI, que por primera vez se sintió unido y apoyado por la población civil.